Escuela, deportes, música, arte, éstas son sólo algunas de las tantas actividades que muchos padres obligan a sus hijos a realizar para convertirlos en las personas exitosas que ellos tanto anhelan, aunque con cierto egoísmo. Pero…
Hace algunas semanas, tocamos el tema de cuánto los abuelos deben inmiscuirse en la educación de los nietos; pues bien, ahora hablaremos de aquellos padres que con el afán de tener hijos bien educados, inteligentes y activos, muchos ‘los obligan’ a tener una agenda llena de actividades extracurriculares, pensando que es lo mejor para ellos y, de hecho es bueno, pero hay que tener en cuenta que el exceso de obligaciones puede causar estrés en los niños, además de mucha ansiedad y frustración por no corresponder adecuadamente a las exigencias de sus padres.
Ante esto, cabría preguntarnos: ¿Cuánto deben los padres exigirles a sus hijos?
Por lo general, esa actitud, oculta la buena intención de darle a los hijos todas las cosas y oportunidades que dicha persona nunca tuvo, pero conviene cuidar los límites de las exigencias pues los hijos no dejan de ser niños, y como tales deben ser tratados. Además de que también necesitan de un tiempo libre para ellos mismos.
LA EXIGENCIA Y SUS PROBLEMAS
Existe la creencia que la enseñanza y la exigencia pueden convertir a cualquier pequeño -incluso hasta al más desobediente- en un buen estudiante y en un futuro graduado universitario, sin embargo, al no ser bien equilibradas las exigencias pueden generar más problemas que buenos resultados. Uno de ellos, y el más común, es la rebeldía de éstos contra sus padres.
No existe una infancia perfecta, y aquellos padres que desean ver a sus hijos progresar en la vida por vías rápidas y sin miramientos, los recargan de actividades y los empujan a tener éxito para satisfacer sus propios sueños, por lo general chocan contra un muro cuando sus hijos no resultan ser los “ganadores” o las “campeonas” que ellos esperaban y anhelaban con cierto egoísmo.
APRENDER JUGANDO
Muchos especialistas pedagógicos advierten que hay cierto peligro al no dejarles espacios libres a los niños para que jueguen, que se distraigan, que hagan sus cosas, o si no ¿Por qué cree que las escuelas poseen períodos de recreo?
El juego es una de las cosas más grandiosas que ofrece la vida y el compartimiento con otras personas, y si un niño no cuenta con esta posibilidad, esto tendrá consecuencias negativas en su autoestima y en su futuro…
Cuando los padres exigen demasiado a sus hijos, y no ven que ellos están en etapas de crecimiento y aprendizaje, el choque entre visión de padre y visión de hijo es más propenso a producirse.
¿HASTA DÓNDE LLEGAR?
Hoy en día, la televisión, el Internet, las redes sociales y otros medios tienden a abrumarnos con información sobre la paternidad. Muchas veces, cualquier padre o madre recibe tantos consejos por estas vías que no sabe cuáles tomar en serio y cuáles descartar. Por ello, es muy importante relajarse y regresar a lo básico: ser el padre de sus hijos.
Llegue hasta donde sus instintos paternales le digan y trate de no ser tan perfeccionista. Deje que sus niños sean eso: niños.
¿Cómo mantener buenos hábitos de estudio?
Los padres que son demasiado exigentes en cuanto a la educación de sus hijos se refiere, deben entender que tanta exigencia puede hacer que éstos pierdan el interés en ella. Para mantener un buen hábito en este aspecto, es importante que dedique tiempo a ello, ¿cómo? sentándose diariamente a hacer las tareas escolares y repasar las lecciones aprendidas en el aula con sus niños.
Mostrar interés en lo que sus hijos están haciendo y cómo lo están haciendo siempre subirá su autoestima y los impulsará a obtener mejores resultados, los cuales están directamente asociados con el éxito…
Y por último no olvide que todo requiere de tiempo, paciencia y sobre todo… ¡mucha dedicación!!!
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