Una de las provisiones del acuerdo tentativo logrado entre los gobiernos del P5+1 (países miembros del Consejo de Seguridad Permanente y Alemania, incluyendo la Unión Europea) e Irán resalta lo siguiente: “Irán reafirma que, bajo ninguna circunstancia, este país tratará de buscar desarrollar o adquirir cualquier [forma de] arma nuclear”.
No es uno de los mejores pactos para reducir y prolongar la adquisición de armas nucleares de Irán. Sin embargo, esta es la única opción real que se tiene. La otra es la guerra, la cual ha sido una política del actual gobierno israelí de Benjamin Netanyahu y un grupo de representantes y senadores en el Congreso –muchos de ellos republicanos–, quienes creen que Irán es un verdadero demonio del mundo.
El acuerdo ya fue tácitamente negado en el Senado. Esta dependencia del gobierno tiene la autoridad de ratificar cualquier acuerdo internacional negociado por el ejecutivo. De momento, esta dependencia legislativa, misma que está dominada por la banca republicana, le ha negado la luz verde al Presidente.
No obstante, para oficializar esta negativa los senadores republicanos necesitan un total de 60 de 100 votos. Es casi seguro que los 54 senadores republicanos decidan por el No. A ellos se unieron los senadores demócratas Charles E. Schumer de New York y Robert Menendez de New Jersey, quienes ya demostraron su oposición ante los medios de comunicación.
Recientemente la senadora de Washington, Patty Murray, manifestó que no solamente se opone al acuerdo de Irán, sino también se uniría a los republicanos en caso de que el presidente Obama vete un proyecto sobre este tema, el cual está en proceso de legislación en el Senado.
Es decir, si los republicanos logran reunir los 60 votos, el Senado como la Cámara de Representantes tiene todo el derecho de presentar, debatir, votar y legislar un proyecto similar, el cual sería presentado ante el Ejecutivo para buscar la firma del Presidente.
De momento hay dos proyectos en el Senado. El de Kirk-Menendez y Cooker-Menendez. El presidente Obama dijo que vetaría estos dos proyectos de legislación en cuanto lleguen a la Casa Blanca.
Entonces, los republicanos necesitarían 67 de los 100 senadores para revertir el veto del Presidente. Si los republicanos han tenido problemas en encontrar el apoyo de seis votos demócratas o independientes para negar el acuerdo de Irán, persuadir a otros seis senadores sería una tarea muy difícil, tal vez imposible, de alcanzar.
Por otra parte, la Unión Europea, a través de sus representantes, aprobó el acuerdo logrado entre las dos partes. Lo mismo hizo el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Así, lo más razonable y racional es que los senadores del Congreso den la luz verde al presidente Obama para que firme el acuerdo y lo convierta en un tratado oficial.
Los senadores que se oponen al acuerdo del P5+1 e Irán tienen que darse cuenta que la otra opción es la guerra. Si analizamos lo recientes acontecimientos en el Medio Oriente, la guerra produjo más calamidades que remedios. En consecuencia, es tiempo de dar paso al diálogo, la diplomacia y el compromiso político.
Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Economics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com
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