¡DÉ A SUS HIJOS LAS MEJORES VACACIO-NES DE SU VIDA!

Una de las mejores cosas que podemos regalar a nuestros hijos durante su infancia, son bonitas experiencias que se convertirán en hermosos recuerdos de la infancia. Y las salidas en familia en verano son las ideales para comenzar a edificarlo

Llegó el verano, el calor… y las vacaciones de los niños están por llegar, es imprescindible organizar el itinerario de unas vacaciones inolvidables.

En ocasiones, para salir de la rutina, y si el presupuesto alcanza, emprendemos camino y nos llevamos a nuestros hijos de vacaciones a algún lugar alejado de donde vivimos. Y en efecto, cambiamos nuestras costumbres de todo el año por otras diferentes, pero igualmente rutinarias. Pero en realidad unas buenas vacaciones no consisten sólo en cambiar de lugar para hacer lo mismo cada día: el baño, el aperitivo, la siesta… Cuando se pasea con niños, hay que esforzarse en ser imaginativos, curiosos, inquietos. A los padres aburridos no se les perdona nunca.

CÓMO DIVERTIRSE

Al menos una vez por semana (como mínimo, y si se pueden dos sería mucho mejor), hay que programar actividades diferentes. No hace falta que sea nada espectacular. Una excursión en barco, una visita a un parque acuático o de atracciones, un zoológico… serán motivo de ilusión para los niños. Incluso algo tan sencillo como una sesión nocturna de cine -con palomitas o golosinas incluidas- es algo que les llenará de entusiasmo.

En el campo, la posibilidad de visitar alguna construcción, sintiéndose príncipes, o de reponer la historia junto a unas antiguas ruinas. Si en las proximidades hay alguna cueva o un yacimiento arqueológico, tampoco debemos perdérnoslo. Y para los vacacionistas más atrevidos, podemos idear aventuras de supervivencia; el éxito será rotundo. Dejarlos pasar una noche en la tienda de campaña o en una fabricada con palos o ramas será una experiencia inolvidable… aunque sea en el jardín de casa.  Organicemos actividades a los niños pero dándoles su propio espacio para que se sientan libres.

Existen muchas otras posibilidades para convertir las vacaciones en un tiempo único, especial y extraordinario.  Las excursiones a caballo son una alternativa valiosa. Seguro que cerca del lugar de residencia habrá algún sitio donde se pueda contratar alguna.   Otra cosa que no debe faltar en las vacaciones son las celebraciones (con o sin pretexto). Tanto a nuestros hijos como a sus amigos les encantará que organicemos algún festejo especial.

Da igual que las vacaciones transcurran en el campo, la playa o la ciudad, cuando el calor aprieta, el agua se convierte en el juguete favorito de los niños de todas las edades. Con ella pueden plantearse infinidad de diversiones, desde las más tranquilas, ideales a la hora de la siesta y para los pequeños, hasta las más locas, cuando está permitido empaparse. Para las horas de calma: utilizando distintos recipientes, jarras y vasos de varios tamaños, propónles cambiar el agua de uno a otro. A los más pequeños les encantará, y los mayorcitos podrán descubrir cómo, aunque parezca lo contrario, en un vaso ancho cabe la misma cantidad que en uno estrecho. Otra buena idea es teñir el líquido con colorantes y dejarlos pintarse como los indios mientras esperan la hora del baño. O golpear cada vaso de agua escuchando sus distintos sonidos.  Para jugar “a lo bestia” -válganos la expresión- existe un extenso arsenal de juguetes y armas lanzadoras de agua. Les encanta también organizar batallas con globos llenos de agua o, simplemente agarrar la manguera y mojarse unos a otros.

Los veranos más inolvidables son aquellos de los que se guardan recuerdos, por ello, cuando se sale de la ciudad, una buena idea es regalarles una cámara fotográfica. Existen unas muy baratas, con las que ellos mismos inmortalizarán los momentos más divertidos del verano. Luego, al volver a casa, podrán elaborar su álbum de vacaciones.

En fin, los padres no debemos olvidar que lo mejor que podemos regalar a nuestros hijos durante su infancia, son buenos recuerdos para toda la vida!!