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¡DELATAR O NO UNA INFIDELIDAD DE LA QUE FUISTE TESTIGO!

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¿El ser testigo automáticamente te convierte en cómplice…?

Hola amiga, esta semana quiero compartir contigo una carta que me envió una lectora que, te confieso, es un tema muy difícil, porque todas tenemos diferentes maneras de pensar.  

Ella en su carta me cuenta que fue testigo de la infidelidad del esposo de su hermana (su cuñado).

La verdad este es un verdadero dilema, porque si le dices a la persona engañada lo que sabes, corres el riesgo de que no te crea y esto te cause el rompimiento de la relación familiar o de amistad. Siempre estar en el medio de cualquier relación es complicado.

Por experiencia personal, te digo que tienes que conocer muy bien a la persona engañada, y estar segura de que realmente es una infidelidad y no ‘‘una canita al aire’’ (que para algunos/as hay una gran diferencia, para mí no!), porque de todas maneras vas a quedar como la mala del cuento. Ahora también existe la diferencia de reaccionar entre hombres y mujeres, ya que por naturaleza sentimos de formas distintas frente a una situación así, ellos son de Marte y nosotras somos de Venus, dos planetas totalmente diferentes.

Si le cuentas a un hombre que lo están engañando, seguramente irá a su casa y tras un escándalo con gritos y amenazas, agarrará todas cosas y ahí nos vimos… Pero si la engañada es la mujer, primero llorará hasta cansarse, después te acusará de destructora de hogares, sin olvidarnos que hará un drama de película, para probablemente terminar ‘dándole otra oportunidad’ al infiel.

Yo sé que no podemos generalizar, pero por eso… ¿Vale la pena contar lo que viste?.

Algunos psicólogos aseguran que no debemos inmiscuirnos nunca, siempre será mejor callar, y entre menos la gente opine de la vida de los otros, será mejor. Sobre todo tratándose de personas a las que queremos mucho, “No te metas, haz como si no hubieras visto o enterado de nada”. Como mujeres, ¿podremos callar? Aunque algunas lo harán otras, por el contrario, se la jugarían, contarían, ¿cuál sería tu caso?

Un impulso lógico de mujer, es que pensarías en que la amistad o el amor por un familiar implica sinceridad, pero cuando se trata de revelar una infidelidad no es nada fácil. Por esta razón hay quienes creen que lo mejor es ir y decirle toda la verdad a la hermana/o, prima/a, amiga, etc.,  aunque ésta se enoje. 

También están las que consideran que es mejor callar y hacerse “de la vista gorda” con un asunto que no les compete, porque “las parejas son de dos”.

Hace un par de años a una amiga le tocó ser testigo de una infidelidad; en ese momento creyó que lo mejor era no decir nada directamente, por la relación que unía a mi amiga y a la engañada, decidió mandarle una carta anónima contándole que había sido testigo de la infidelidad de su esposo. En el sobre le mandó pruebas (fotos) y ni con toda la evidencia en su cara lo creyó, él le dijo que la persona que estaba enviando eso era alguien que les quería hacer daño y cambió todo el rumbo de las cosas. La engañada le creyó su cuento, hoy siguen “felizmente casados”. Ella aguantando todo y él saliendo con cuanta mujer se le cruza.

Mi amiga después de saber esto, sintió un gran alivio en no haber dicho nada en persona, porque al final de la historia seguramente ella hubiera quedado como una metiche y chismosa, perdiendo su amistad de toda la vida.

Por otro lado, cuando por tus principios decides contar todo, te arriesgas a perder la amistad o la relación familiar, ya que la engañada probablemente no lo aceptará… Pero como nadie experimenta en cabeza ajena, a pesar de eso, a mí me pasó, que vi al esposo de una gran amiga de la infancia, en un parque con otra mujer y un pequeñito…  Yo lo pensé mucho si debía contarle o no lo que había visto. Y me arriesgué. Para mi mala suerte, la amiga no me creyó y terminamos nuestra amistad. La engañada me dijo que estaba loca, que ella tenía un matrimonio excelente.

Me dolió mucho perder a mi amiga, pero sabía que era un riesgo que tenía que correr. Desgraciadamente como a los dos años que volví a encontrar a la ‘engañada’, muy apenada me pidio disculpas y me contó que meses antes la llamó una mujer y le había dicho que tenía un hijo de su esposo, que él la frecuentaba y que le había dicho que estaba divorciándose y separado desde que la conoció…. Y aunque yo perdone a mi ‘amiga’, la relación ya no fue igual.

Esta historia te la cuento con el fin de que pienses si realmente tú creerías en tu amiga o en un familiar si te contaran que vieron a tu esposo. ¿Creerías que tu esposo te engaña?, o ¿pensarías que son solo chismes o envidia?

¿Contarías si eres tú la testigo?… La situación es difícil y la decisión es tuya, pero definitivamente hay que analizarla en cada caso en particular. Si a ti te estarían engañando ¿desearía que tu amiga, hermana, te contara la verdad?, difícil situación ¿verdad!?

Por Sylvia I. Q.

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