Por un tal: Luis Ruiz
Quiihuuuuboleee! cómo la han estado pasando esos pelao’s mal encaro’s y esas morri’as boni’as, bien y de pelos? Po’s espero que sí! Y deseo que se les siga yendo bonito…. la vida, claro!
Pa’ empezar, y antes de que se me olvide, porque con eso que el mendigo alemán (el tal alzhéimer) nos trae cortitos, de una güena vez les cuento a mis cuatro o cinco leitores que el sábado 4 de octubre estaré en la feria de Huntington Park -en el changarro de El Aviso- digo, por si pueden y quieren que nos echemos uno bueno, saludito, claro!. pos por ai’ los espero… Se llevan su cámara pa tomarnos la foto o su dinerito pa que me compren el libro, ehhh! (es el mismo, ok?)
Y ‘ora sí, ai’ les echo un rapidín… chistorete, que se llama “el embarazo”, ojalá les gusta.
Resulta que una jovencita de unos dieciséis años, se acerca a su mamá y le dice que desde hace un par de meses no tiene período.
Tras el susto, la señora preocupadísima corriendo va a la farmacia y compra un test de embarazo… y el resultado de la prueba es… positivo!!!
Uuuta!, se oyen gritos, lamentos, maldiciones, lágrimas, reproches y más…
¿Quién ha sido el cerdo!? -grita enfurecida la mamá-quiero saberlo ahora mismo- Ya verás, ahora que se entere tu padre,,, a ver cómo se lo dices porque ni creas que yo se lo digo. Ya sabes como es y con él no se juega y….. cuando llega el padre, los gritos, las maldiciones y las amenazas continúan.
La chica, una vez a solas, compungida toma el teléfono y hace una llamada. Una hora después se detiene ante la casa un Ferrari último modelo, del cual sale un tipo ya madurón y distinguido, de pelo entrecano en las sienes (y aunque algo escaso, pero todavía hay), vestido impecablemente con un elegante traje que se adivina carísimo. Entra a la casa. Toma asiento en el sofá de la sala y mirando de frente al hosco padre y a la llorosa madre de la chica, dice:
— “Buenas tardes, señores. Su hija me ha informado del problema. Sin embargo, yo no puedo casarme con ella porque tengo otra situación familiar, aunque me haré cargo. Verán ustedes:
Si nace una niña, le puedo legar 2 tiendas, 1 apartamento y una cuenta bancaria de… mmm!, digamos de unos $ 250 mil dólares.
Ahora que si nace un niño, el legado será una fábrica, una casa en la playa, dos apartamentos y unos….mmm!, digamos $ 500 mil dólares en el banco. En cambio, si pierde el embarazo…”
En este punto el padre, que había permanecido callado todo el tiempo, se levanta, le apoya una mano en el hombro y le dice:
“¡Le das otra oportunidad, nooo?!”
Je!! je! je!…
Y aunque lo duden, este chistorete sangrón, también tiene su moraleja, ya que a veces no sólo es bueno, sino que puede resultar beneficioso dar una segunda oportunidad a las personas… Y ahora que en noviembre vuelve a haber votaciones a nivel nacional, hay que ir a votar, los que puedan, claro! y los que no, pues algún familiar o amigo han de tener que sí pueda hacerlo… y a ellos hay que motivar a que lo hagan.
Sí!, sí, ya sé que en cuestión de inmigración, el Obama nos ha fallado. Que una y otra vez nos ha jugado el dedo en la boca, como a los bebés cuando quieren su chupón y aunque en estas elecciones no está en juego la presidencia, pero sí muchos escaños del partido que el representa o al menos del que hoy es la imagen. También sé que en general los demócratas si no nos quieren al menos nos toleran y que muchos, pero muchos republicanos, tanto güeros como los ‘cocos’, ni nos quieren ni nos toleran (a propósito, ¿saben por qué cocos?…: p’us porque son cafés por fuera, pero blancos por dentro. -Y yo tengo algunos compañeros que son así!, tú conoces alguno?-):
En fin, la cosa es que si tú, mi amigo leitor, eres ciudadano y tienes esa posibilidad o derecho, y ya seas prietito, blanquito o ‘‘coquito’’ prepárate para ir a votar, por quien tú quieras, pero ve. Y si no te has registrado, todavía tienes tiempo de hacerlo y si no te convence ninguno de los dos, puedes registrarte como independiente y votar por quien te lata y no por el que postule un ‘x’ partido.
‘Ora que si eres de los míos, prietito por juera y por dentro, piensa que si en el pasado hemos ido a las marchas buscando que ‘se escuche’ nuestra voz, con el voto ‘la haremos sentir’, y aunque a corto plazo es probable que las cosas no cambien, pero te aseguro que al usar ese derecho, hasta los que nos satanizan se la van a pensar, porque sabrán que si nos lo proponemos, hasta a ellos nos podemos cuchiplanchar!!!
diGo, yo No’mas DigO!
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