Es importante que los hijos aprendan a manejar el dinero y hacerlos partícipes de la planeación económica del hogar… ¡Pero la mejor enseñanza es con el ejemplo!
Contrario a lo que muchos puedan pensar, los buenos hábitos financieros, no deben empezar cuando se tiene el primer ingreso, sino que deben comenzar a fomentarse desde temprana edad, ya que de esta manera los niños podrán acostumbrarse a manejar su dinero adecuadamente, pero recuerden que la mejor manera de enseñar, es dando el ejemplo.
Como es sabido, muchos padres de familia han tenido prácticamente que ‘sacarse de la manga’ estrategias para mantener a flote el estilo de vida en casa. En tanto que, para quienes se encuentran desempleados, este proceso resulta mucho más difícil e incluso a veces imposible. Sin embargo, sea que la situación esté más o menos holgada o que esté ‘‘apretada’’ en lo que se refiere a la economía familiar, dependiendo de las edades y capacidades de los hijos, éstos también deberían formar parte de esa responsabilidad; para garantizar mejor equilibrio en casa, a la vez que se les da una buena enseñanza sobre cómo manejar el dinero.
Generalmente, los padres exentan a los hijos de los asuntos monetarios por la edad, la inexperiencia, la falta de confianza, etc., pero es importante hacerlos partícipes en cómo circula el dinero dentro de casa. Pero si bien, los hijos deben formar parte de ‘‘cómo’’ manejar la economía familiar, sobre todo en lo que a sobregastos o compras superfluas se refiere, y es que el manejo del dinero debe ser una tarea conjunta y entre los dos cónyuges, como equipo que son.
Es primordial identificar el tipo de relación que tienen los cónyuges con el dinero, aquí damos un ejemplo de ellos. Una vez se tenga claro este perfil la pareja debe poder llegar a un acuerdo.
Gastador /o/ Ahorrativo: uno compra espontánea e impulsivamente; el otro todo lo presupuesta y se resiste a comprar algo no planeado.
Preocupado /o/ Negador: uno habla mucho de dinero y se obsesiona con el tema; el otro odia lidiar con cuestiones de dinero. Uno piensa que todo lo referente al dinero es sucio y para el otro, su autoestima depende de lo que tiene ahorrado.
Arriesgado /o/ Poco arriesgado: uno quiere sólo inversiones seguras y no tolera el riesgo; el otro ama la aventura. Uno quiere tener todas las cuentas juntas, el otro todo separado.
PARA EVITAR PROBLEMAS
Algunas recomendaciones para evitar que el dinero genere conflictos en el matrimonio… y los hijos lo oigan:
Diálogo previo: es conveniente no llegar al matrimonio con deudas y sí con una idea clara sobre cómo van a manejar el tema del dinero.
Fijar metas como familia: involucrar a todos los miembros es compartir responsabilidades. Según estadísticas, más del 67% de las parejas de recién casados dice haber tenido las peores discusiones el primer año en torno al manejo del dinero.
Discutan las compras: la adquisición de artículos grandes, formas de pago y los montos para ahorrar, deben ser el resultado de un consenso.
Un presupuesto: ambos deben respetar aquello que les ayudará a cubrir todos los gastos que puedan existir mes a mes. No tenerlo lleva a uno de los dos a justificar sus compras, discutir y entonar frases destructivas como: “en mi casa nadie me controlaba”.
Evitar los comentarios negativos: Cuando todo se maneja en son de paz, las acusaciones y amenazas se quedan en la banca. Así es más fácil recibir un comentario como una sugerencia y no como un ataque.
Tips para integrar a los hijos en la economía familiar
Pon el tema sobre la mesa sin tapujos:
Muchos padres evitan hablar de dinero en frente de los niños para no estresarlos desde temprana edad. Sin embargo, al hacer esto lo que lograrás es que tu hijo asocie el dinero con algo negativo. Lo ideal es que desde el principio transmitas el mensaje de que el manejo correcto de las finanzas se traduce en libertad, progreso y seguridad para toda la familia.
Cambia el “no hay dinero” por “piensa cómo conseguirla”:
Si bien no a todo se le puede decir que sí, si tu hijo te pide algo, la respuesta común “no hay dinero” puede resultar limitante para tener una mentalidad de abundancia económica. Al contrario, puedes incentivarlo a inventar una manera creativa de conseguir los recursos para comprarse eso que tanto desea.
Si tu hijo se anima a crear su propio mini-negocio, (como vender dulces a sus amigos) esto sembrará la semilla de un espíritu emprendedor a futuro y le enseñará el valor del dinero, dos aspectos esenciales para la economía familiar.
Las nuevas generaciones tienen cada vez más consciencia ambiental, sin embargo para esto es necesario una buena educación en el tema. Parte del consumo responsable es enseñarles a tus hijos la importancia de ahorrar los recursos del hogar como el agua y la energía.
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