Los Ángeles/Washington, 29 jul (EFE News).- Estados Unidos superó este miércoles las 150.000 muertes a causa de la COVID-19, cuando los contagios siguen aumentando en el oeste y el sur del país, y ya suma 4,39 millones de casos confirmados.
El recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins cifró en 150.034 los fallecimientos debidos a la pandemia, lo que supone un 22,6 % del total de muertes en el mundo, que este miércoles sumaban 662.297.
Los contagios en Estados Unidos representan un 26 % de las estadísticas globales.
California, que de ser un país sería la quinta economía mundial y cuenta con una población cercana a 40 millones, está al frente de las cifras nacionales con 473.785 casos.
Le siguen Florida (451.413 positivos) y Nueva York (413.593), que fue a comienzos de la pandemia el estado más afectado en cuanto a enfermos y fallecidos.
LOS TRABAJADORES “ESENCIALES” SUFREN MÁS
En California, la situación ha empeorado durante la última semana, ya que se han registrado varios récords en número de casos y muertes. Este miércoles, las cifras oficiales daban cuenta de 8.716 fallecidos por el coronavirus en ese estado.
El principal foco de contagio, según la Administración del gobernador californiano Gavin Newsom, se encuentra entre los trabajadores considerados “esenciales”, es decir los empleados de supermercados, manufactura, agricultura y logística, entre otros rubros.
Newsom considera que la solución pasa por que las medidas de seguridad ”mejoren drásticamente” mediante el uso de tapabocas y el mantenimiento de la distancia de seguridad en los lugares de trabajo.
Organizaciones como la Unión de Trabajadores Agrícolas (UFW) han denunciado que los empleados de ese sector son reacios a faltar un día de trabajo aun estando enfermos, ya que necesitan el dinero y porque tienen miedo de denunciar sus condiciones de trabajo -en muchos casos irregulares- por temor a ser despedidos.
LOS ÁNGELES CIERRA NEGOCIOS POR ESCONDER BROTES
Los funcionarios de salud pública del condado de Los Ángeles ordenaron en las últimas horas el cierre de tres instalaciones de distribución de alimentos que no informaron de brotes que enfermaron a más de 140 empleados, según las autoridades.
Desde el inicio de la pandemia, al menos 246 empresas, restaurantes, universidades y oficinas gubernamentales en el condado angelino han tenido tres o más casos de COVID-19 entre sus empleados, alcanzando más de 3.000 contagios, de acuerdo con informes del diario Los Angeles Times.
Estas cifras incluyen los brotes que ocurrieron en las tiendas de la marca de ropa LA Apparel, que tomó la decisión de cerrar temporalmente sus puertas al público tras registrar casi 400 casos en tres de sus establecimientos.
FLORIDA, ENTRE UNA TORMENTA TROPICAL Y LA COVID-19
El estado de Florida marcó este miércoles su segundo día consecutivo de récord de fallecidos, al sumar 271 muertes en las últimas 24 horas, aunque los nuevos contagios se mantienen por debajo de la barrera de los 10.000.
Florida se prepara para la posible llegada del potencial ciclón “Nueve”, que tiene 90 % de probabilidades de convertirse en tormenta tropical.
El sistema, que puede llegar al sur de Florida en los próximos días, ya ha puesto bajo alerta a algunas ciudades de la zona como Miami Beach.
En el denominado estado del sol el número de personas hospitalizadas y siendo tratadas por el coronavirus ascendía este miércoles a 8.793.
NUEVOS CONTROLES PARA FRENAR CONTAGIOS
Este miércoles, la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, extendió hasta el 31 de agosto la orden de usar máscara u otro cobertor facial en público, que entró en vigor el pasado 16 de julio, como parte de su plan “Más seguro en casa”.
Llevar el rostro cubierto será una exigencia para el regreso a clases en ese estado, ya que abarca “desde el segundo grado hasta la universidad”.
“Debemos permanecer atentos si queremos que nuestros hijos vuelvan a las escuelas y mantener abierta nuestra economía”, señaló en su cuenta la líder republicana, quien indicó que usar máscara “no puede hacer daño” y es “una forma de protegerte a ti mismo y a los demás”.
Otro gobernador que adoptó nuevos controles es el de Carolina del Norte, Roy Cooper, quien el martes prohibió la venta de alcohol en los restaurantes después de las 23.00 horas. La medida comenzará a regir el viernes.
“Las acciones para frenar la propagación de la COVID-19 están comenzando a tener impacto”, escribió en Twitter el gobernador Cooper, del Partido Demócrata, al puntualizar que se trata de una “estrategia específica” para ayudar a los establecimientos a avanzar en la dirección correcta.
No corrió con la misma suerte el intento del Ayuntamiento de Columbus, en el estado de Ohio, de obligar a los bares, clubes y restaurantes a cerrar sus puertas desde las 22.00 horas, ya que un juez local detuvo la aplicación de la medida en respuesta a una demanda interpuesta por dueños de negocios.
El alcalde de la ciudad, Andrew Gintcher, se declaró decepcionado tras la decisión del juez, y consideró que el cierre temprano de los establecimientos “es un paso importante para frenar la propagación de la COVID-19”.
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