Cuando ella piensa en él,
siente que está volando,
que nada en un mar de miel,
cuando solo está soñando.
Cuando ella lo ve a él,
no piensa en otra cosa,
porque solo le importa él
en su imaginario mundo color rosa.
Cuando ella sueña con él,
ella se pierde en su propio mundo
donde no existe nada más que él,
pues ella le tiene
un sentimiento muy profundo.
Cuando ella habla de él,
siente que se pone ligera como una hada,
su corazón se derrite como miel
y se siente completamente encantada.
Cuando ella escribe su nombre,
su corazón sonríe como nunca
pues para ella, él es el único hombre.
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