El año pasado, Hugo vio morir a un amigo en un vasto campo de batatas.
Su cuerpo sin vida quedó apoyado contra el neumático de un camión, uno de los pocos lugares donde había sombra en la granja donde trabajaban en Carolina del Norte.
“Lo obligaron a trabajar”, recordó Hugo. “Él seguía diciéndoles que se sentía mal, que se estaba muriendo. Una hora más tarde, se desmayó”.
Hugo, que no es su nombre real, ha pasado la mayor parte de su tiempo en Estados Unidos como trabajador agrícola migrante, un empleo remunerado generalmente con el salario mínimo o incluso menor y en el que las condiciones laborales pueden ser extremas.
La BBC aceptó utilizar un seudónimo por cualquier represalias por hablar sobre el incidente.
Hugo salió de México en 2019 con una visa para trabajar en Estados Unidos. Dejó atrás a una esposa y dos hijos para perseguir el “sueño americano”, sin saber si regresaría o cuándo.
Su amigo, el que murió en la finca, se llamaba José Arturo González Mendoza.
“Venimos aquí por necesidad. Eso es lo que nos hace venir a trabajar y dejar atrás lo que más queremos, nuestras familias”, afirma Hugo.
CALOR ABRASADOR
El calor era intenso el día que murió Mendoza. Las temperaturas rondaban los 89.6 grados F. No había suficiente agua potable para los trabajadores y la granja sólo permitía un descanso de cinco minutos durante los turnos de una hora.
Estos detalles los recoge un informe del Departamento de Trabajo de Carolina del Norte, que multó a la granja Barnes Farming Corporation este año por sus condiciones de trabajo “peligrosas”.
El informe confirmó la muerte de Mendoza en la finca y mencionó que la gerencia “nunca” llamó a los servicios de salud ni brindó primeros auxilios.
La representación legal de la granja dijo en un comunicado a la BBC que se toman “muy en serio” la salud y la seguridad de sus trabajadores y están impugnando las conclusiones del Departamento de Trabajo.
ESCLAVITUD MODERNA
Una investigación federal de 2020 sobre trabajadores agrícolas con visa H2A en Florida, Texas y Georgia describió condiciones similares a la “esclavitud moderna”. Como resultado de la investigación, 24 personas fueron acusadas de trata, lavado de dinero y otros delitos.
“El sueño americano atrae a personas desesperadas en todo el mundo, y donde hay necesidad, hay avaricia por parte de aquellos que intentarán explotarlas”, dijo el fiscal federal interino David Estes en un comunicado de prensa en aquel momento.
LA PRODUCCIÓN DE LECHE
Uno de los trabajos más peligrosos en la industria agrícola es la producción lechera.
Los riesgos incluyen la sobreexposición a productos químicos venenosos o maquinaria peligrosa. Los pozos de estiércol generan gases tóxicos mortales, que pueden causar ahogamiento.
Los animales también pueden ser una amenaza.
Olga, quien se mudó a Estados Unidos desde México cuando era adolescente, es una trabajadora migrante indocumentada de una granja lechera en Vermont. Ella asegura que vio a su hermana casi muerta mientras trabajaba.
“Básicamente, una vaca la pisoteó y ella estaba muriendo. Tenía la lengua fuera”, recuerda Olga.
A principios de este verano, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos implementó nuevas reglas diseñadas para hacer que las condiciones laborales de los trabajadores agrícolas temporales sean más seguras.
Estas medidas incluyen protección frente a las represalias de los empleadores contra los trabajadores que se organizan para defender sus derechos y la prohibición de que los empleadores retengan los pasaportes y documentos de migración de los trabajadores.
Brandon Drenon y Bernd Debusmann Jr // BBC News
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