Entre el éxito y el fracaso hay un paso… Un paso bien dado te lleva al éxito, un paso mal dado te lleva al fracaso… Al fracaso hay que agarrarlo de los cuernos y al éxito de la cola.
Montón de frases se pueden inventar al respecto y muchas más son las que se repiten los exitólogos en Seminarios y libros que prometen enseñarte cómo lograr el éxito… casi con la misma seguridad de los que te dan los números con lo que te sacarás la lotería… Yo no te voy a hablar de éxito, no señor, yo no “califico” para eso. Yo te podría hablar de fracaso, en eso tengo más experiencia. Lo que sí debes saber es distinguir entre éxito y fracaso, porque hay veces que te dicen que fracasaste, pero, a la larga, te das cuenta que saliste ganando. Y hay veces que triunfaste y al rato te das cuenta que ganaste la rifa del tigre…
Por principio de cuentas te diré que la gran mayoría de los que logran el ‘éxito’ son gente “soberbia y envidiosa”…Todos dicen, o dan a entender que lograron el éxito por méritos propios, por sí solos, sin ayuda… En cambio los que fracasamos somos generosos, compartidos, humildes; siempre atribuimos nuestro fracaso a los demás y no nos cansamos de repetir que no tuvimos nada que ver con nuestro fracaso, fueron todos los demás los que nos ayudaron a que fracasáramos… ¡Esa es humildad… y generosidad! ¿No te parece?
Entender lo que es el fracaso no es muy difícil, porque estamos más familiarizados con él, lo conocemos más de cerca, es casi como de la familia. Entender lo que es el éxito requiere un poco de reflexión, y mejor reflexiona un fracasado que un ‘exitado’.
Bien puede ser que lo que persigues desesperadamente no sea el verdadero éxito; bien puede ser que alguna vez lo hayas logrado sin darte cuenta; bien puede ser que alguna vez hayas pasado muy cerca de él y no lo hayas reconocido, porque estabas como aquel que buscaba una moneda bajo el farol de la plaza; cuando alguien le preguntó más o menos dónde había caído la moneda, apunto allá lejos a un rincón oscuro en los portales…
Esa es la actitud de muchos, muchísimos que creen tener la fórmula exacta para encontrar el éxito: ¡buscarlo donde hay luz! Donde brillan el oro y la plata, donde hay dinero.
Por eso andamos como andamos, por eso no progresamos ni como individuos ni como humanidad racional, porque muchos quieren ser ‘el number one’. Porque muchos quieren dominar el mundo, colonizar, conquistar, estar arriba de todos… ese no es el éxito verdadero.
Si ves tu vida te darás cuenta que cada quién tenía una idea de éxito para ti: una idea los curas, otra los economistas, otra tus maestros, otra tus amigos, otra tus papás, otra tu novi@ o espos@, porque todos creen conocerte y saben de tus logros y fracasos… y tú tenías y tienes tu propia idea del éxito, que es la verdadera idea: SER FELIZ.
Allí está el detalle… y como dijo aquél que dijo: entre los individuos como entre las naciones el éxito verdadero es el que trae ‘verdadera’ felicidad. No sólo riqueza, fama, títulos, honores sino, VERDADERA FELICIDAD.
Que no te digan, que no te cuenten, porque a lo mejor te mienten……Sé feliz, verás que en eso consiste el éxito, y que es algo mágico, porque se puede compartir, y entre más lo compartas, parece que más aumenta. No como otros ‘éxitos’ de los que hablan los exitólogos… Ese éxito del triunfo sobre los demás, sólo ocasiona ambición, guerras y sufrimiento a los demás y hasta a los exitosos mismos. Si todos en el mundo buscáramos la felicidad antes que el ‘éxito’, otro gallo nos cantara, ¡Otro mundo! Un mundo feliz y no un mundo de pleitos.
El Pilón.- Andan errados los que piensan que en el camino al éxito todo de vale, incluso pisar a los de abajo y jalar a los de arriba.
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