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Benito Kozman
Tiene 14 autos, propiedades valoradas en 30 millones de dólares y una mesada mensual de entre 5,000 y 10,000 francos suizos, pero eso no le bastaba cuando decidió incendiar su Ferrari para cobrar el seguro del auto y comprarse uno más moderno…
Según da cuenta la publicación 20 minutes, en marzo de 2014 un joven suizo que entonces tenía 19 años visitó un concesionario de autos para tasar su Ferrari 458 Italia, del año 2011 y en perfecto estado, a fin de canjearlo por otro modelo, un 458 Speciale que estaba en rebaja. Pero el suyo fue valorado en unos 193,500 dólares, una cantidad insuficiente para costear el vehículo añorado.
El niño mimado, hijo de un acaudalado hombre de negocios de Zurich, carecía de fondos en ese momento, y en uno de los concesionarios un empleado le sugirió destruir su Ferrari para reclamarle al seguro, presumiblemente con un valor más alto que el de la cotización. Entonces el joven reclutó a tres hombres, entre ellos el referido empleado. Una noche, el grupo cruzó la frontera hacia Alemania para llevar a cabo su estratagema en el país vecino.
Una vez allí, en el área de Augsburgo, el joven y uno de sus cómplices visitaron un salón de masajes para hacer más sólida su coartada, mientras que los otros dos le prendieron fuego al auto, que luego estalló como en las peores películas. Por su acción, estos últimos obtuvieron unos 15,000 francos suizos, cada uno.
Si bien inicialmente las autoridades alemanas creyeron que se había tratado de un ajuste de cuentas por conflictos entre proxenetas, lamentablemente para los implicados, las cámaras de seguridad habían captado todo el incidente.
Con la ayuda de llamadas telefónicas interceptadas durante la investigación, la policía se aseguró de su decisión, rastreó a los individuos y pasó a arrestarlos en territorio suizo, antes de conducirlos de regreso a Alemania.
El caso salió a la luz pública la semana pasada, cuando un tribunal alemán reveló las condenas de los hombres, cuyas identidades permanecen protegidas judicialmente. Ahora el hijito de papá deberá cumplir 22 meses de libertad condicional y pagar una multa del equivalente suizo de 33,000 dólares, mientras que sus cómplices recibieron condenas de entre 14 y 16 meses de libertad condicional cada uno.
Según trascendió, ante el tribunal el joven de 20 años justificó su acción diciendo que no tuvo valor de decirle a su padre que ya no le gustaba su Ferrari.
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