Cuatro personas murieron en el incidente, incluido un niño de 9 años que falleció en brazos de su madre. El presunto asesino ha sido identificado como Aminadab Gaxiola González, de 44 años.
El Departamento de la Policía de Orange, California, aseguró este jueves en rueda de prensa que el tiroteo ocurrido la noche anterior en un edificio de oficinas fue “dirigido” y no “al azar”. El sospechoso, identificado como Aminadab Gaxiola González, de 44 años, tenía vínculos “comerciales y personales” con las víctimas, según los investigadores.
Entre los cuatro fallecidos hay un niño de 9 años, que murió en los brazos de su madre, quien trabajaba en el edificio donde se desarrolló el hecho, y que fue trasladada a un hospital, donde se encuentra en estado crítico, pero estable.
La teniente Jennifer Amat, portavoz de la policía de Orange, detalló que el local comercial donde se encontraron a algunas de las víctimas era de una empresa llamada Unified Homes, un negocio inmobiliario especializado en casas móviles.
Las autoridades no identificaron a las víctimas. Amat dijo que no habían terminado de notificar a los familiares sobre lo ocurrido. Entre los fallecidos hay dos mujeres, un hombre y el niño de 9 años.
El presunto asesino cerró las puertas de edificio donde ocurrrió el mortal ataque con candados de cable usados para las bicicletas, según la policía. La policía recuperó una pistola semiautomática, además de una mochila que contenía spray de gas pimienta, esposas y municiones.
Debido a que las puertas estaban cerradas, los agentes dispararon a través de ellas, resultando herido Gaxiola. La policía tuvo que usar cortadores para poder ingresar al edificio.
Tras el incidente, Gaxiola fue trasladado a un hospital local con heridas cuyo origen no ha sido explicado por la policía, pero hasta la noche del miércoles, el hombre estaba en estado crítico.
La policía respondió a reportes de disparos en la avenida West Lincoln alrededor de las 5:30 de la tarde (hora local). “Los oficiales llegaron mientras se producían los disparos y localizaron a varias víctimas en el lugar, incluidas las víctimas mortales”, indicó el miércoles la policía en la red social Facebook.
El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó los eventos de “horribles y desgarradores” y añadió en un comunicado: “Nuestros corazones están con las familias afectadas por esta terrible tragedia”.
La policía aseguró que en la ciudad de Orange, ubicada al sureste de Los Ángeles, una situación así no ocurría “desde 1997”. Entonces, una persona que había sido despedido del Departamento estatal de Transportes por robo mató a cuatro trabajadores e hirió a otros antes de que la policía lo matara.
La balacera de este miércoles es la tercera situación de este tipo en conmocionar al país en las últimas semanas. La semana pasada, diez personas fueron asesinadas en un supermercado en Boulder, Colorado. Y la semana anterior, ocho personas, la mayoría mujeres asiáticas, fallecieron tras ser tiroteadas por un sospechoso en tres centros de masajes de la zona de Atlanta, Georgia.
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