Los jóvenes de hoy en día quieren verse bien en apariencia, algo que nada de malo tiene. Sin embargo, cuando lo convierten en una obsesión basada en el autorechazo, entonces como padres, debemos hacer algo…
Muchas personas basan su felicidad en su apariencia, con la errónea idea de que entre mejor luzcan, más felices serán, además de ser aceptados por una sociedad cada vez más superficial. Desafortunadamente, este tipo de ideas está dañando a las nuevas generaciones pues la mayoría, desde temprana edad, comienzan a hacer obra y maniobra en su cuerpo y apariencia para verse lo mejor posible, un comportamiento mayormente basado en el rechazo que tienen de sí mismos. Pero, de no controlarse, a tiempo podría traerles serios problemas emocionales y psicológicos. Como padres, está en sus manos la oportunidad de enseñar a sus hijos la importancia de sentirse bien y que verse bien no es propiamente una obligación, como lo implica la sociedad de hoy en día.
Es fácil entender porqué los chicos de ahora se preocupan tanto por verse como modelos. Sólo basta con ver las redes sociales donde se pueden ver hombres y mujeres con cuerpo escultural (aunque operado) y rostros perfectos. Sin embargo, lo que muchos jóvenes no se ponen a analizar es que aquellas personas, bellas de apariencia, no siempre son felices.
LA BELLEZA NO GARANTIZA UNA BUENA AUTOESTIMA
Existen niños de anatomía y rostro muy bello, que se sienten en extremo infelices con sus personas e incluso muchos se sienten poca cosa. Pero, ¿por qué, si estos han sido realmente dotados por la naturaleza con belleza, se sienten así? Al respecto, es necesario remarcar que si bien la belleza puede ayudar a tener una buena autoestima, no siempre la garantiza.
Como dijimos anteriormente, la autoestima, más que en una apariencia, se basa en un estado interior de sentir, de creer o de experimentar un valor o apreciación que cada quien tiene de sí mismo. Es por eso que a veces nos encontramos con personas que sin ser bellas de apariencia física, tienen algo tan especial que atraen a otras personas, como a las moscas la miel.
La clave es que ellas se sienten seguras, tranquilas y muy confiadas de sus cualidades aunque entre ellas no se incluya la belleza. Respecto al tema, el sicoterapeuta canadiense Nathaniel Branden dice que “la autoestima es la suma de la confianza y el respeto por uno mismo”. El experto considera que ésta se fundamenta en pilares básicos que se logran mediante el autoconocimiento y son:
LOS PILARES DE LA AUTOESTIMA
LA AUTOESTIMA EN LOS HIJOS
Cuando hablamos de la buena crianza de los hijos uno de los aspectos fundamentales es precisamente el desarrollo en ellos de una buena apreciación de sí mismos, porque ella es la que les dará las herramientas necesarias para una vida plena y feliz, sin importar si tienen una bella apariencia o no, y les permitirá aceptarse como son y entenderán que la belleza en realidad no garantiza una buena confianza y seguridad en sí mismos, y mucho menos, el éxito en la vida!
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