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ERICK CASTRO, UN VETERANO QUE SE HA SOBREPUESTO A TODA ADVERSIDAD

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El Sargento Erick Castro, quien actualmente es Presidente la compañía Kana Subsurface Engineering, es un ejemplo de valor y empeño y, más aún, el vivo ejemplo de que uno puede sobreponerse a cualquier adversidad. 

Su historia profesional se remonta a cuando a la edad de 19 años, se enlistó en el ejército. Entonces fue enviado a Fort Lenard Wood para realizar entrenamiento básico e individual (AIT). Durante este tiempo en AIT, le enseñaron cómo operar equipos de construcción pesados, renovar estructuras, crear obstáculos para tanques, administración de la construcción y cómo usar explosivos. Una vez que se graduó, fue enviado a Alemania para servir con la novena división de ingenieros de infantería. Su siguiente lugar de destino fue con la 43ª Compañía de Ingenieros de Combate, el 3º Regimiento de caballería motorizada en Fort Carson, CO.

Durante ese periodo de servicio pudo alcanzar el rango de sargento y después de tres años de servicio, en el 2003, lo trasladaron a Irak. Allá realizó diversas actividades en objetivos claves, pero después de 6 meses de su despliegue, estuvo involucrado en una emboscada. Su equipo fue alcanzado con un arma antitanque ligera que le cortó la pierna a la altura de la cadera.

Regresó a Estados Unidos para ingresar al Centro Médico Walter Reed. Una semana después de esto, el presidente Bush le entregó a Erick el Corazón Púrpura. Un mes después, el difunto senador Kennedy lo contactó para pedir su ciudadanía. Erick se naturalizó como ciudadano estadounidense en Capitol Hill.

En mayo de 2004, Erick se retiró médicamente del ejército y se dedicó a estudiar en la Universidad Estatal de Arizona, una licenciatura en matemáticas. En 2009 regresó al sur de California para trabajar para una empresa de telecomunicaciones… Pero ahora es el presidente de la compañía de servicios Kana Subsurface Engineering.

De cómo han logrado subsistir en estos difíciles tiempos, Erick comenta:  “Cuando empezó la pandemia, nosotros estábamos en un programa llamado OneLA. Ahí, entre otras cosas nos enseñaron a buscar oportunidades con el gobierno,  con la ciudad de Los Ángeles algunas otras opciones que no sabíamos que estaban ahí.

Y así es como este exmilitar, además de superar su crisis de salud y emocional que le pudo haber causado el perder una pierna, ha creado una pequeña empresa y se ha convertido en un orgullo para nuestra comunidad… Felicidades Erick!

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