‘ES MI MEJOR AMIGO’ (BFF, EN INGLÉS)…INDICA ALGO MÁS QUE UNA AMISTAD ÍNTIMA

Entre los siete y diez años, los niños comienzan a hacerse de uno o varios ‘mejores amigos’, con los cuales comparten juegos, gustos, costumbres y travesuras… Los padres, no deben preocuparse tanto de tales amistades… pero tampoco confiarse en demasiado

“Es mi mejor amigo”, frase que la equivalente en inglés y que los niños en este país utilizan muchísimo es: ‘‘He/She is my BFF’’ (BFF=Best Friend Forever) esta es una frase que muchos padres han escuchado o que pronto escucharán de sus hijos. Pronto oirán un nombre con frecuencia en casa y, en seguida, vendrán las peticiones como:  poder quedarse a dormir en casa de su amiguito/a.

Bueno, eso es un decir, porque se pasarán varias horas hablando de mil cosas con su amigo especial.

Alrededor de los 7  u 8 años, los amigos “íntimos o especiales” comenzarán a desempeñar un papel importante.

A estas edades, un amigo íntimo proporciona una seguridad adicional a la que nuestro hijo encuentra en casa. Comprobará que fuera de casa también puede encontrar personas de las que fiarse: su mejor amigo (“My best friend forever // BFF, en inglés). Así, crecerá confiado, seguro y equilibrado. Al apoyarse uno a otro, su autoestima (de los dos) se verá incrementada.

Y al contar con su amigo íntimo, nuestro hijo será capaz de comportarse de maneras insospechadas en la escuela o en la calle. Sin embargo, delante de los padres o en casa parecerá un angelito.

“¡Mi hijo es incapaz de…!”, podrá usted decir. Sin embargo, sí es posible, porque con su amigo puede llegar hasta el fin del mundo.

Amistad Íntima… ¿Buena o Mala?

Al amigo íntimo se confían todo tipo de secretos, de anhelos, de aficiones, de primeros amores, de sueños, de enfados… Y el modo de asimilar todas estas situaciones dependerá mucho de la opinión del amigo y de su experiencia.

Una amistad íntima es, en principio, beneficiosa para nuestro hijo. Pero si se lleva hacia alguno de sus extremos, puede tener algún efecto negativo.

Por ejemplo, si en esa amistad se llega a un grado de tal intensidad que se cierren en su mundo y no se abran; así se convertirían en poco sociales y al andar siempre juntos no tendrían otros amigos distintos limitando su radio de acción, por eso una amistad íntima mal entendida puede llegar a constreñir su visión del mundo.

Personalidades distintas

También puede ocurrir que en esa relación de amistad íntima se produzca un desequilibrio de personalidades. Cuando el carácter de los dos chicos o chicas es fuerte, no hay problema. Ya que se van limando asperezas y aprenden a ceder, lo mismo que a llevar adelante lo que se proponen.

Pero por el contrario, resulta problemático cuando uno de los dos tiene una personalidad débil, pues (aún sin mala fe) puede acabar dominado, lo cual anula su personalidad e iniciativa. Siempre hará lo que el otro le diga, seguirá ciegamente a su amigo, etc. Y esto es igual de negativo, ya sea que nuestro hijo tenga vena de dominador o si es de carácter mas débil que su amigo íntimo.

Papel de los padres

‘Quién tiene un amigo, tiene un tesoro’… hmm!, sí, pero habría que tener cuidado con esta afirmación: Ya que si se trata de un buen chico, ambos se apoyarán y empujarán para portarse bien y, aunque hagan travesuras, se desarrollarán adecuadamente. Pero, por el mismo motivo, también es más fácil portarse mal si el amigo tiene malas inclinaciones.

Y es que una relación de amistad especialmente íntima puede ayudar mucho a nuestro hijo, siempre que no se convierta en exclusiva. Preguntando a sus profesores del colegio, hablando con él, invitando a sus amigos a casa de vez en cuando… podremos ir conociendo cómo desarrolla sus amistades.

La amistad no es ni dominio ni sumisión, por eso deberemos estar muy atentos al tipo de amigos de nuestro hijo. Ya sabemos que tiene que relacionarse con mucha gente distinta, pero debemos estar atentos a aquellos que cercanos a su intimidad sean buenos chicos.

Si se da alguno de estos problemas con los amigos íntimos, hay que actuar, aunque habrá que proceder de una manera delicada e indirecta.

No podemos oponernos bruscamente porque podríamos conseguir que nuestro hijo se rebele ante lo que considera injusto bajo su punto de vista.

La solución no reside en cortar por lo sano esa relación de intimidad cuando puede ser perjudicial. A veces es mejor fomentar amistades paralelas, fuera de la exclusividad del amigo íntimo….

Recuerde que el objetivo es que tenga amigos, no sólo uno especial: lo importante es una amistad enriquecedora!