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ESPEJISMO DEMOCRÁTICO EN BOLIVIA

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La democracia en Bolivia es un espejismo. La forma cómo la dirigencia política de los partidos políticos más importantes eligió a sus binomios presidenciales demuestra que la democracia en este país todavía se encuentra en una etapa incipiente.

El Movimiento al Socialismo (MAS) lo hizo a través de un “dedazo” desde Buenos Aires, Argentina, sin tomar en cuenta la voluntad de sus líderes locales, mucho menos hizo caso cualquier tipo de decisión de sus bases político-sociales en la zonas urbanas y rurales.

En tanto, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) prefirió el prebendalismo y el pacto político al acceder que Tuto Quiroga, quien ideológicamente conjuga más con el Consenso de Washington que con el estatismo del MNR, sea su representante en las elecciones de mayo.

Otros, como la dupla Camacho-Pumari, optaron por el camino de la autoproclamación como si los bolivianos no estuviéramos cansados del mesianismo y el populismo, elementos que caracterizaron a los 14 años del gobierno de Evo Morales.  Los mismos que condujeron a los bolivianos por el sendero del triunfalismo y de la amargura debido a que Morales polarizó su sociedad y llevó a su gente a un final abarrotado de conflictos.

Todos estos procesos de elección mantiene al pueblo en los linderos del despotismo, la autocracia y la oligarquía.

A pesar de que los partidos políticos tuvieron un periodo corto para nominar a sus candidatos, a sus dirigentes se les concedió el tiempo suficiente para realizar consultas internas con sus líderes locales, regionales y nacionales. En este sentido, cada uno de los partidos políticos tuvieron la opción de llegar a un mutuo acuerdo entre sus dirigencias políticas y sus bases sociales.

Por un instante, el MAS pareció funcionar de una manera más democrática cuando sus dirigentes nacionales, a través de un proceso de consultas internas dentro de su partido político, nombraron a la dupla compuesta por  David Choquehuanca y Andrónico Rodríguez como candidatos a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente.

Esta decisión satisfizo a todas las bases del MAS, particularmente a las poblaciones indígenas. Choquehuanca es un líder nato indígenas de los estratos campesinos de Bolivia.

Sin embargo, un círculo de políticos intransigentes en Argentina, comandados por Evo Morales, nombraron a Arce y Choquehuanca de un plumazo, demostrando una vez más la esencia dictatorial de este grupo.

Así, el más favorecido es Carlos Mesa, candidato de la alianza Comunidad Ciudadana (CC) por el hecho de que ya participó en las elecciones truncadas del año pasado y también porque es el único que surge desde sus bases sociales.

Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Economics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com

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