Querida Doctora:
Le envió afectuosos abrazos, y de antemano agradezco su consejo.
Soy una chica de 27 años y semana tras semana leo sus casos. Ahora me animé a compartir mi tristeza y dolor que he cargado por mucho tiempo. Mi esposo consume drogas desde pequeño, parece que desde los 14 años. Ahora tiene 33, y es adicto a una droga que se llama cristal, antes la consumía 3 veces por semana, pero ahora lo hace a diario. El me ha prometido que va a dejarlo y yo he tratado de ayudarlo pero no lo ha logrado, me dice que no puede dejarlo de trancazo.
Mis hijas ya lo saben, no lo han visto, pero se dieron cuenta porque hace unos años él fue a un centro de rehabilitación y escribía desde allá. Yo ya no me atreví a hablar más de esto, no sé cómo decirles que su papá no ha podido dejar el vicio, les dije que era una enfermedad y que él va a lograr salir de esto.
El es un hombre bueno, amable, amoroso, cariñoso y juega mucho con nosotros, pero lo que hace cuando no está en su juicio me duele más que todo lo lindo que es.
La verdad es que este asunto me estresa mucho y me agobia. Gracias por leer mi carta y espero su respuesta.
— Mujer Desesperada
Querida Mujer:
Es muy dolorosa tu situación y me parece que tienes mucha claridad en cuanto a que lo que estás pasando no es fácil de resolver. Déjame ir paso a paso en mi respuesta. Tú tienes mucha razón al decirles a tus hijas que lo que tu esposo tiene es una enfermedad, toda adicción lo es, y debe ser tratada como tal.
Desafortunadamente para ti, no hay nada que tú puedas hacer por ayudar a tu esposo, este es un asunto entre él y Dios, cuando tu esposo esté listo para ser ayudado, solamente Dios podrá rescatarlo.
Este es un proceso personal, íntimo, doloroso, largo y cada adicto debe caminar su propia vereda de rehabilitación. Lo que tú si puedes hacer es ayudarte a ti misma y a tus hijas.
Busca un grupo de Alanon, estos grupos de 12 pasos ayudan a las personas que viven con un adicto a entender el proceso de esa enfermedad. Lo maravilloso de ir a Alanon a buscar ayuda es que si tú concentras tu energía en ayudarte a ti y rescatar a tus hijas, como efecto secundario podrías ayudar a tu esposo a despertar de su adicción y pedir ayuda.
Otro efecto secundario de seguir los 12 pasos de Alanon es que vas a enseñar a tus hijas a manejar la angustia de vivir con un adicto, porque la solución no es esconderles la verdad, sino hablarla y enfrentarla para sanar las emociones y prevenir que en el futuro ellas también hagan pareja con un adicto.
Te deseo mucha suerte.
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