Tucson (AZ), 12 ene (EFE News).- Además de la valla en la frontera con México, la Administración Trump ha reforzado en los últimos años la seguridad en la región con torres de vigilancia, radares, cámaras infrarrojas y drones, un “muro virtual” que cobrará mayor relevancia cuando Joe Biden paralice la construcción del muro de su antecesor.
Mientras que la construcción de un muro fronterizo de 30 pies (nueve metros) de alto bajo la Administración de Trump, quien este martes realiza una visita a la región para atestiguar el avance de la obra, ha acaparado la atención nacional e internacional, en los últimos años la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) ha trabajado para expandir y fortalecer un muro virtual a lo largo de la frontera.
Esta barrera está integrada por una serie de Torres Autónomas de Vigilancia (AST), las cuales junto con sensores y el uso estratégico de drones ayudan a vigilar la frontera los 365 días del año. Las torres cuentan con radares y cámaras infrarrojas para tratar de lograr un reporte lo más acertado posible.
De acuerdo con cifras de la CBP proporcionadas a Efe, a lo largo de la frontera de más de 3.000 kilómetros hay instaladas 81 AST en puntos estratégicos. Estas torres operan principalmente con baterías solares recargables y cuentan con un avanzado sistema que les permite rápidamente identificar “objetos de interés” como personas y vehículos.
Las cámaras permiten igualmente al sistema identificar cualquier “amenaza”, incluyendo grupos de personas que tratan de cruzar la frontera de manera ilegal o traficantes de drogas. El sistema envía de inmediato una alerta a los agentes fronterizos con la información exacta sobre la ubicación del grupo y cuántas personas lo componen.
“El sistema AST alerta a los agentes por medio de señales a una aplicación. Esto es una gran ventaja ya que los agentes no tienen que estar sentados en un cuarto viendo múltiples pantallas o monitores, sino que los mantiene libres para seguir con sus operaciones de vigilancia de rutina”, indicó la CBP en declaraciones a Efe.
Por su parte, Jason Denno, director del Centro de Inteligencia Cibernética de la Universidad de Arizona, dijo a Efe que el uso de tecnología de punta es parte fundamental del plan de seguridad nacional del Gobierno federal.
Denno ha trabajado muy de cerca con la CBP en el desarrollo y la instalación de otras estructuras de vigilancia conocidas como Torres Fijas Integradas (IFT) . Estas torres se pusieron primero a prueba en las zonas más apartadas del desierto de Arizona como parte del muro virtual que asiste a los agentes en la vigilancia de la frontera.
“El muro físico es solo un componente; el otro son los agentes y otro más es el uso de tecnología. Uno sin el otro simplemente no puede funcionar”, dijo Denno.
“CENTINELAS CIBERNÉTICOS”
El Gobierno federal apuesta a seguir reforzando esta red de “centinelas cibernéticos” a lo largo de la frontera con México.
En febrero pasado, el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, dijo ante un comité del Senado que la CBP buscaba un incremento de 28 millones de dólares para el programa de Torres Autónomas de Vigilancia. Y el verano pasado, la CBP estableció un contrato con la compañía Anduril para el desarrollo de 100 torres adicionales durante el año fiscal 2021-2022.
La CBP indicó que, dependiendo de los fondos, la meta por el momento es tener una red de 200 torres AST.
Esta no es la primera vez que el Gobierno apuesta por un muro virtual para vigilar la frontera. En 2005 la Administración del entonces presidente George W. Bush puso en marcha SBInet, un sistema de vigilancia virtual que desde un principio estuvo plagado de problemas.
El programa solo alcanzó a cubrir 50 millas (80 kilómetros) en la frontera de Arizona con un costo de más de mil millones de dólares.
Denno está convencido de que se han superado varias de las fallas que llevaron al fracaso a SBInet. “Ahora cada torre puede vigilar kilómetros a la distancia. Una región que podría tomar horas en ser recorrida en auto ahora está protegida las 24 horas del día”, expuso.
Reconoció que aunque la tecnología tiene sus ventajas también tiene sus limitaciones. Por el momento las torres no cuentan con un sistema de reconocimiento facial.
DEFENSA AÉREA CON DRONES
La CBP no solo apuesta por una red de vigilancia virtual en la frontera sino también por una línea de defensa aérea por medio de drones. Actualmente se utilizan dos tipos de drones: los de despegue y aterrizaje vertical, conocidos por sus siglas como VTOL, y los de alas fijas o FW.
Debido a su tamaño compacto estos aparatos pueden ser llevados en las camionetas de los agentes fronterizos y desplegados en cuestión de minutos para ayudar en la detección de grupos de migrantes o narcotraficantes.
Los drones permiten a los agentes tener una vista área de la ubicación exacta del grupo de personas y saber su número.
De acuerdo con la CBP, en el año fiscal 2019 los drones fueron utilizados en 700 ocasiones asistiendo en el arresto de mil inmigrantes indocumentados y la confiscación de 300 libras (137 kilos) de marihuana en la frontera.
En el año fiscal 2020 el uso de drones aumentó 1.500 % en comparación con 2019. Durante el año fueron utilizados en 11.000 ocasiones y en el inicio del ejercicio fiscal 2021 ya se han efectuado 3.000 salidas.
El uso de tecnología de punta para proteger la frontera no está libre de controversias, y grupos como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) han criticado duramente este recurso al considerar que incrementa la militarización de la frontera.
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