En estos tiempos los robos están a la orden del día y los autos en particular son los más comunes, pero ¿sabías que los ladrones no ponen el ojo en todo el auto, sino que van por ciertas partes que valen una buena suma de dinero?
Para muchos que no tienen un garaje en sus casas y tienen que dejar sus autos en las calles es un dolor de cabeza porque pueden darse con la sorpresa que no encuentran su auto, o bien les falta piezas; hoy les decimos qué partes son las predilectas de estos amantes de lo ajeno, para que puedan proteger sus vehículos y hacerlos menos tentadores para los delincuentes oportunistas.
Convertidores catalíticos: Este dispositivo de control de emisiones contiene metales preciosos como paladio, platino y rodio. Fácil de desatornillar, es un robo rápido y se puede vender por su contenido metálico.
Airbags: Las bolsas de aire nuevas son costosas, lo que las convierte en un artículo candente en el comercio ilícito.
Unidades GPS: Especialmente las desmontables. En nuestra era conectada, una buena unidad GPS todavía vale su peso en oro (o al menos unos cientos de dólares en el mercado de reventa).
Llantas y neumáticos: Cuanto más grandes y personalizados son, más atractivos se vuelven para aquellos los ladrones.
Parachoques: Los parachoques modernos ya no son sólo trozos de metal; albergan sensores y otras tecnologías que pueden alcanzar un buen precio.
Faros delanteros LED y HID: De aspecto elegante y mayor eficiencia, para ver en la oscuridad.
Puerta trasera de camionetas: Especialmente aquellas con cámaras integradas o asistencia para escalones, son fáciles de quitar y pueden ser bastante valiosas.
Asientos de tercera fila: en el caso de los SUV grandes, estos asientos suelen ser desmontables y, dado su tamaño y utilidad, encuentran un mercado donde venderlos.
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