Nació hacia el año 38 Jerusalén, murió el año 100 en Roma. Fue un historiador judío más o menos cercano a los tiempos de Jesucristo.
Miembro del partido de los fariseos, descendía de una antigua familia de sacerdotes. En el año 64 se vio, cuando tenía veintiséis años, Josefo marchó a Roma para obtener la liberación de algunos sacerdotes que habían sido enviados allí prisioneros por el gobernador romano Félix, liberación que obtuvo mediante la protección de Popea, esposa del emperador Nerón.
Al iniciarse la guerra contra Roma organizó la administración y la defensa de Galilea, pero tuvo que capitular en el 67 y fue conducido ante Vespasiano, quien le concedió el perdón al predecirle Josefo que se convertiría en emperador de Roma. Cumplida la profecía, Josefo pasó a ser Flavio Josefo y se instaló en Roma, donde gozó del beneficio de una pensión imperial. Escribió en lengua griega La guerra de los judíos, Antigüedades judaicas y Contra Apión, tratado contra el antisemitismo grecorromano.
Josefo es una figura tan atractiva como discutida. Asistió, al lado de sus antiguo enemigos, a la caída de Jerusalén (año 70)
Pretende ser el historiador de su pueblo, aunque su testimonio, escrito en Roma, debe ponerse en tela de juicio por su colaboración con los romanos. Sin embargo, en su estudio De la antigüedad del pueblo judío, se presenta como apologista del judaísmo y, en su Autobiografía, describe de manera aparentemente objetiva la vida en Galilea antes del año 70.
Si su figura humana, dado su proceder, parece haber sido poco estimable, pues algunos lo consideran traidor, su inteligencia como historiador es innegable, aunque no su talento de escritor… porque el griego siempre fue para él una lengua extraña.
Su obra, aunque puede resultar bastante sospechosa, supone una importante contribución a la historia de la nación y de la conciencia judías
A pesar de esta tendenciosidad, la obra tiene mucho valor porque Josefo se valió, al escribirla entre el 75 y el 79, de las noticias que él mismo había recogido ya durante la guerra en el campo romano, y de los documentos oficiales; por esto su información es excelente. La participación del escritor en los hechos, así como el elemento autobiográfico, dan además a la narración gran vivacidad y prontitud, al paso que no le faltan los procedimientos que la técnica historiográfica ofrecía para embellecer el relato (discursos, digresiones, descripciones, etc.)..
Comparte
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine