Hijos Adoptados ¿Qué hacer cuando surgen las preguntas?

   La adopción de un niño es una gran decisión y una manera hermosa de formar una familia o adicionar un nuevo miembro a la familia.

   Infertilidad, comodidad, embarazo de alto riesgo, son algunas de las razones por las que ciertas parejas toman la decisión de adoptar un hijo. Se sabe que el proceso de adopción, es largo, difícil y tedioso, pero los deseos de convertirse en padres, es más fuerte. No obstante, lo que sí los hace dudar es, cómo manejarán la situación cuando el hijo adoptado comience a hacer preguntas como: dónde nació, fotos del embarazo de mamá, etc.

 He aquí algunas de las preguntas más frecuentes que se hacen los futuros padres adoptivos:

   ¿Cuándo contarle a un hijo que es adoptado?

  La respuesta es que no hay una edad ideal. Cuando el niño pregunte, se le contesta. Sin dramatismo ni explicaciones largas y complicadas.  Algunos especialistas consideran que es preferible decírselo antes de que empiece a ir a la escuela y así evitar que se entere por otras vías.

   Si la noticia se da con tranquilidad no hay por qué preocuparse por sus consecuencias.

            La adopción según las etapas

     De entre tres y cuatro años de edad

  Alrededor de los 3 años, el niño comienza a aprender acerca de la familia y a concentrar sus intereses en cómo y cuándo nació. Es en esta edad cuando comienzan a preguntarse si crecieron en la barriguita de su mamá; por lo tanto, es el momento oportuno para explicarle el proceso de adopción y las diferentes formas en que un niño pueda ingresar en una familia.

    Si su hijo pregunta por qué no creció en su vientre, puede contestarle que lo intentaron pero que no lo lograron y él tuvo que venir de otra pancita.

        De cuatro a cinco años de edad

  Entre estas edades el niño se está alistando para la próxima etapa: enfrentarse al mundo. Comienza a desarrollar la habilidad de explorar, de iniciar proyectos y cuestionar todo lo que ve. Esto le ayuda a asimilar la separación de sus padres, a prepararse para salir del mundo seguro de la casa al desconocido. Y en el momento que se asome al mundo exterior, va a comenzar a confrontar el hecho de su propia adopción.

    De seis y siete años de edad

  Comenzando los 6 años, el niño puede diferenciar entre adopción y nacimiento como modos alternativos de formar una familia. En otras palabras, reconoce que todos entran al mundo de la misma manera, por el nacimiento. También, que ser adoptado significa tener dos pares de padres: los que le concibieron y los que le acogieron y educaron.

  Los niños comienzan a preguntarse acerca de su madre biológica. Este es un buen momento para mostrarles fotografías, si tiene.

        De ocho y nueve años de edad

   Cerca de los 8 ó 9 años, el niño comienza a reconocer que la familia se define en términos de relaciones consanguíneas. Viéndolo así, no tienen vinculación biológica con sus padres, pero sí tiene padres biológicos (y posiblemente hermanos biológicos), en alguna parte. Aquí algunos niños pueden comenzar a expresar confusión acerca de su lugar como miembro de la familia.

      De diez a doce años de edad

   Entre los 10, 11 y 12 años, los chicos logran una comprensión más profunda de lo que significa el proceso adoptivo. Quizás afloren los primeros signos prematuros de tristeza o pesadumbre a medida que los niños comienzan a establecer prioridades y a buscar relaciones. Es también cuando empiezan a ver el lado público de la adopción y a comprender que, socialmente, son diferentes a sus amigos, aunque tal vez todavía no comprendan bien por qué esta diferencia debe importar.

   Finalmente, recuerde que lo peor que pueden hacer las parejas que adoptan un hijo, es ocultárselo, porque tarde o temprano lo descubrirá y entonces, las reacciones pueden ser fuera de tono e inesperadas….