Y no solo por las diferencias físicas, sino por otras razones, como la forma en que se relacionan con el mundo y como se comunican con su pareja
Basta quitarse la ropa para comprobar que hombres y mujeres no somos iguales, sin embargo, las diferencias no sólo son físicas, sino que las más importantes son el comportamiento, los pensamientos y la forma de amar también son muy distintos entre un sexo y otro.
Probablemente una de las principales características que distinguen a los géneros es la forma en que se relacionan con el mundo y se comunican con su pareja.
“Cuando el hombre necesita expresar algo se aísla, busca un espacio para él solo resolver sus asuntos”, dice la psicóloga Jessica Keller, directora del Departamento de Psicología Aplicada de la Universidad de California, en San Diego.
“En cambio -añade la psicóloga-, las mujeres, son más emocionales, por eso necesitan ser escuchadas y, cuando tienen un problema, buscan compañía, misma que en estos casos por lo general es de otra mujer.
Agregó que, en promedio, el hombre habla dos mil quinientas palabras al día, en tanto que la mujer de cinco a seis mil, por eso ellos demanden privacidad y en cambio ellas comprensión.
“Él se queja de que ‘ella’ no deja de hablar y de que no le da su espacio; ella se queja de que él no la comprende y no le pone atención”, señaló.
En tanto que el psicoterapeuta José Aguilar, coordinador de la Red Democracia y Sexualidad, consideró que estos patrones de conducta___
___ Y de fonética, provienen de los estereotipos que impone la sociedad.
“El hombre calla más sus problemas pues cree que esa es la actitud que le corresponde; la mujer asume un rol en donde se expresa más, sin embargo, no dice las cosas de la casa, ya que cree que éstas son una carga más para su pareja, en sí, él tampoco quisiera escucharlas”, subrayó.
DE AMOR Y DE SEXO
Sexualmente, las diferencias también son evidentes. Ellas tienen relaciones sexuales si están bien con su pareja, en cambio, ellos pueden tenerlas aun cuando están peleados e incluso sin que exista un lazo afectivo, pero ¿cuáles son las razones?
Según Keller, en el acto sexual la mujer produce en gran cantidad una hormona denominada oxitosina, y por ello, se siente muy apegada a su pareja y se involucra más.
“En sí, el hombre ata su corazón a través de la sexualidad y la mujer necesita sentirse amada para tener relaciones sexuales”, aclaró.
En cuanto a la mentalidad y forma de encarar la vida, también somos diferentes. “La mujer es capaz de atender más detalles al mismo tiempo, puede pasar con mayor facilidad de un tema a otro y puede ser más específica que el hombre, y éstas son características con las que nacemos. La naturaleza hizo estas diferencias para que nos complementáramos unos con otros”, señaló.
Pero hay quienes opinan todo lo contrario.
“Nacemos iguales, pero el medio ambiente y la sociedad nos condicionan dependiendo del género y nos hacen diferentes”, dijo el sociólogo.
LOS UNOS Y LAS OTRAS
Durante mucho tiempo se pensó que hombres y mujeres tenían diferentes comportamientos y habilidades por una disposición natural. Recientemente, algunos especialistas aseguran que la cultura y la sociedad construyen roles para cada uno y esto, por supuesto se refleja en la vida de pareja.
Aun siendo tan diferentes como somos hombres y mujeres, cuando se logra encontrar a la persona que no solo amamos, sino que además se complemente a nosotros y que sea un balance en gustos, objetivos, principios e ideales, es cuando tiene una vida matrimonial plena y esas diferencias casi desaparecen en el diario convivir con la persona amada.
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