Los celos son emociones que se sienten frente a la percepción de que alguien, que consideramos importante para nosotros, no nos está ofreciendo el espacio, la consideración ni el valor que merecemos. Eso nos produce una sensación de agresividad orientada hacia la otra persona o, hacia quien, en nuestra percepción, no nos reconoce como desearíamos. Una percepción que no está basada en la realidad sino en una construcción equivocada de hechos.
Un estudio realizado por investigadores de España, Holanda y Argentina señala que en el ambiente laboral, la competición sexual afecta más a las mujeres que a los hombres. Sin embargo, las habilidades sociales del rival provocan celos y envidias profesionales en ambos sexos por igual. Estos resultados sugieren que, para prevenir los efectos negativos de estos sentimientos, se deben modificar aspectos como la percepción de amenaza, pérdida o comparación con otros en el trabajo. Este estudio fue publicado en una revista de Psicología Social.
Por medio de la investigación se analizo por separado a hombres y a mujeres para descubrir sus actitudes y diferencias.
Las mujeres con un alto nivel de competición intrasexual (competencia con personas del mismo sexo) son más celosas si la rival es más atractiva y más envidiosas si la rival es más poderosa y dominante. En los hombres no se obtienen estos resultados, ya que ninguna de las características del rival que provocan celos y envida predicen la competición intrasexual.
Esto dio como resultado dos emociones: celos, que se conceptualizan como una amenaza o pérdida de logros en una relación debido a la interferencia de un rival, e implican pérdida o amenaza de pérdida de lo que se poseía; y envidia, que se conoce como una respuesta a otra persona que posee logros, habilidades o cualidades que uno desea, e involucran carencia en comparación con el envidiado. En general, la competición sexual provoca más celos y envidia en las mujeres. No obstante, tanto en hombres como en mujeres las habilidades sociales de los rivales provocan estas dos emociones. Este resultado pone de manifiesto la importancia de las destrezas sociales en entornos laborales.
Estos sentimientos no han sido muy estudiados en contextos laborales y pueden generar estrés en los trabajadores y afectar negativamente a la calidad de vida laboral.
En definitiva nadie dice que “no es normal” sentir un poco de celo, que es por otra parte hasta un rasgo humano. Pero cuando se pasa el límite de la normal tolerancia se convierte en “hostigamiento” y puede resultar pernicioso.
Una de las causas generadoras de estrés en los últimos años es la “presión” que algunas personas (profesionales o no) se ven obligadas a soportar en sus lugares de trabajo o en el ámbito donde desarrollan alguna actividad social (remunerada o no) y donde pueden exhibir sus capacidades y cualidades obteniendo a cambio entre otras cosas “reconocimiento, admiración, posicionamiento y estatus”. (Lugar de trabajo, club, gimnasio, trabajo social, incluso en la pareja, dentro de redes sociales o simple reuniones de amigos).
Los estudiosos de la conducta humana afirman que la envidia y los celos son producto de la inseguridad en sí mismo y del miedo a ser superado por otras personas.
Los celos y la envidia son un sentimiento negativo que definitivamente tienes que eliminarlos.
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