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¿Atormentado por tu Timidez?

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Un ‘virus social’ que interviene en la calidad de vida de la persona afectada

  Un rubor que invade las mejillas, sudor frío en manos y frente, taquicardia, un nudo en la garganta, las mandíbulas apretadas, los molestos gases en el estómago, temblores, tics y un sin número de síntomas incontrolables invaden con frecuencia a las personas tímidas cuando se encuentran ante otros.

  Esto es un conjunto de manifestaciones psicosomáticas que el tímido trata de disimular y, ante el evidente fracaso de su intento, las cosas empeoran aún más.

 Usualmente no sabe cómo actuar en una reunión de amigos o de trabajo, al principio se ruborizará, pero esto no es lo peor: al darse cuenta de que llama la atención, el sonrojo aumentará y si alguien le hace notar que se está poniendo colorado, terminará por vivir el tropiezo como una tragedia.

  La timidez está relacionada con el trato social, por eso, hay muchas situaciones en las que el tímido puede sufrir con el contacto humano, por ejemplo: al encontrarse a solas con alguien en el elevador, al hacer una pregunta en público, al efectuar un reclamo en un restaurante, al devolver una prenda en la tienda o al iniciar una relación de pareja.

 Pero ciertos niveles de timidez pueden incluso resultar atractivos, porque despiertan sentimientos de ternura a causa de esa supuesta debilidad y aparente necesidad de protección que se desprende del tímido. Por eso algunos tímidos resultan interesantes para algunas mujeres, que ven en ellos personas a quienes mimar o proteger, como una forma de manifestar su instinto maternal.

    Sin embargo, en  muchas ocasiones la timidez se convierte en un tormento, un problema enfermizo que impide al individuo relacionarse con soltura.

¿Pero cuándo se puede considerar la timidez algo anormal y que requiere remedio?

 La señal de alarma es el sufrimiento; cuando ese temor al contacto con los demás produce angustia, desestabiliza y perjudica a la persona en sus relaciones de trabajo y de amistad hay que intervenir, y mientras más pronto, mejor.

  Ser tímido no es lo mismo que ser retraído. Hay personas que son reservadas y viven hacia dentro de sí mismas y prefieren expresarse con sobriedad, pero pueden, perfectamente, no ser tímidas. Algunos eligen disfrutar de su mundo interno y no salir mucho de sí mismos e incluso pueden ser excelentes comunicadores.

 El tímido es, usualmente, una persona muy emotiva que tiene miedo de actuar mal y por eso evita el contacto con los demás. No  confía en sí mismo ni en los demás.

 Algunos tímidos aceptan su timidez como un componente de su personalidad y logran sobreponerse, pero hay otros casos en que su forma de ser les causa un severo sufrimiento. Para sobrevivir, muestran conductas compensatorias: agresividad, despotismo, frivolidad o intentan llamar la atención de los demás mediante el chiste fácil o el falso liderazgo.    

   Y hay ¿tímidos con éxito? Cuando la timidez no es grave puede convertirse incluso en un elemento al que le sacan ventaja; la prudencia, característica de los tímidos, les ayuda a controlar mejor los impulsos no deseados y les facilita una mejor aceptación social que las personas que no actúan con tanto cálculo.

  Con frecuencia son retraídos y aprovechan esa facilidad para profundizar en la creatividad interior, lo que estimula la imaginación y la fantasía. Por ello, entre los tímidos se encuentran artistas, pensadores y escritores.  Aunque en el ámbito laboral se valora la capacidad de comunicación, algunos tímidos han encontrado en el trabajo su refugio con tendencia a ser perfeccionistas y eficaces.

  ¿Nace o se hace? La timidez es la punta de un problema oculto y más profundo. Debido al ocultamiento de los deseos y la imposibilidad de ponerlos en práctica, surgen, una serie de fantasías en las que el tímido se percibe interiormente deseando realizar sueños que al final no ejecuta. Esta contención se terminaría convirtiendo en psicosomática del tímido: el rubor, sudor, temblores…

  Los trastornos por este tipo de ansiedad social interfieren en la calidad de vida de la persona y afectan su normal desarrollo. Por eso es importante consultar a un profesional, ya que cuanto más rápido se haga un tratamiento, más rápida será la cura.
  Las personas con problemas de timidez:
-• Se protegen a sí mismos de la realidad y adoptan actitudes escapistas.
-• Satisfacen los deseos frustrados mediante realizaciones imaginarias.
-• Culpan de sus dificultades a otras personas.
-• Evitan los pensamientos peligrosos o dolorosos.
-• Descargan los sentimientos acumulados sobre personas que perciben como más débiles que ellos.
-Intentan retirarse despacio, para protegerse del daño.
-• Tratan de ganarse el afecto de los demás para alimentar los propios, a pesar de los fracasos.
  Lánzate a perder la timidez para ser feliz!!!

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