Hasta hace algunas décadas, tener un vehículo era un lujo, pero en la actualidad es algo muy necesario y de lo que pocos podemos prescindir. Por lo general, una familia promedio tiene al menos uno o dos vehículos, sino es que más.
La compra de un auto nuevo puede ser un proceso estresante. El comprador no quiere gastar demasiado, y los concesionarios se proponen sacarle la mayor cantidad de dinero posible, por lo que buscar un equilibrio implica generalmente algo de negociación, un recurso que muchas personas detestan.
La compra de un vehículo también equivale a conocer la diferencia entre el precio de factura, el precio de fabricante y otras terminologías que usan los vendedores. Pero si se investiga antes de visitar al concesionario puede hacer que el proceso de negociación sea más fluido, y ayudar además a que el comprador logre un mejor precio en la compra de su automóvil.
A continuación, recomendamos algunos consejos que debe considerar y seguir:
• Piense en el precio total, no en la mensualidad. Los concesionarios tienen gerentes financieros que pueden manipular las cifras para lograr una mensualidad que se ajuste al presupuesto del comprador. En el caso de quienes van a negociar diciendo que quieren pagar $250 al mes, el vendedor puede incidir en los términos del préstamo o la tasa de interés para obtener esa suma. Lo que no va a hacer es bajar el precio. Pero los compradores, en vez de decir lo que quieren pagar por mes, deben indicar lo que desean pagar en cuanto al precio real.
• Considere comprar en el “Internet” del con – cesionario.
Muchos concesionarios tienen un salón de ventas y otro a puertas cerradas que se dedica a las ventas por Internet. Esos vendedores tienen interés en darle salida a gran parte del inventario para que el concesionario tenga ganancias, en vez de concentrarse en sus propias comisiones individuales. Por lo tanto, pueden ofrecerles a los compradores conocedores un negocio más deseable. Además, gran parte del proceso de la compra de un vehículo se puede hacer mediante mensajes de correo electrónico o llamadas telefónicas, en vez de perder tiempo sentado ante un escritorio en el salón de ventas.
• Compre vehículos usados.
Los automóviles reducen su valor en cuanto salen del concesionario. En los dos primeros años, algunos modelos se reducen entre un 25 y un 40 por ciento. En vez de pagar la suma máxima por un vehículo, compre uno con un par de años de uso. Muchos de éstos tienen una garantía decente o extendida que puede incluirse en la compra.
• No compre lo que no pueda pagar.
Es fácil que el comprador se deslumbre y por lo mismo probablemente una persona que se decida a comprar un SUV para siete pasajeros, no lo necesite en realidad. De forma similar, contará con amenidades adicionales innecesarias. Por ejemplo, muchos sistemas de navegación incluidos son más costosos que si se compran en el mercado, como los GPS portátiles que son igualmente efectivos, y se pueden conectar en el adaptador A/C del vehículo.
• Ojo con su historial de crédito. Un buen crédito equivale a una mejor tasa de financiamiento. Muy pocas personas pueden entrar en un concesionario y pagar un coche en efectivo. Esto quiere decir que habrá que pedir un préstamo. La mejor tasa de interés se les ofrece a quienes tienen mejor historial de crédito. Por tanto, es preciso estar al tanto de su historial de crédito y de cualquier percance en el mismo. Esto no sólo le ayudará a ahorrar dinero en la compra de un vehículo, sino que también afectará otras compras que pueda hacer.
• El precio del vehículo también afecta el seguro. Algunos vehículos costosos o deportivos cuestan más, y la prima del seguro es más alta. Si el propósito es ahorrar, busque un auto confiable con buenos índices de seguridad. Esto le ayudará a reducir gastos en el vehículo, y en el seguro.
~ A la hora de comprar un vehículo es muy importante que analice si realmente podrá con los gastos que este nuevo auto le traerá. Piense bien, no se lleve por la emoción.
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