Como mujeres estamos acostumbradas a pensar que fue ‘la otra’ quien sonsacó a nuestro hombre por eso él nos engañó; pero en realidad son…
Este es un tema en el que seguramente no todas estaremos de acuerdo, como dice el dicho… “Cada quien lo cuenta como le fue en la feria”. Pero mi intención es que pensemos seriamente que nadie le puede quitar el marido o el novio a nadie.
Después de muchas investigaciones, los especialistas aseguran que las mujeres que buscan o tienen relaciones con hombres comprometidos, es porque tienen una necesidad enorme de dar y recibir amor, y por diferentes razones no pueden tener parejas estables. Me refiero a aquellas mujercitas engañadas por sí mismas, antes que por nadie más, que en su afán de conseguir pareja, se fijaron en el primer hombre que pasó frente a ellas, una sonrisa, una mirada, un detalle, un bello gesto del hombre y se tiran a matar por conquistarlo: “Me miró y creo que le gusto”, “Me guiñó un ojo, ay… qué emoción”, “Me sonrió, seguro que le caí bien” “¿Será casado, y eso qué importa?”, etc. Cuidado, en este caso la mujer está cavando su propia tumba, esperando más de lo que el hombre le puede dar.
Generalmente la mayoría de los señores más interesantes y seductores ¡ya están casados!, pero a ellos no les importa su estado civil, ellos se las dan de solteritos y sin compromisos, hasta en ocasiones dicen estar casados en planes de divorcio, para atrapar con más facilidad a su víctima, que casi siempre resulta ser la mujer más necesitada de afecto, que es embriagada por la delicia de las palabras bonitas, los regalos y las muchas atenciones del galán Casanova, ella cae rendida a sus pies y allí empieza otra historia triste para las mujeres.
Ahora bien, en este caso la mujer no es una roba maridos, sino que el es un hombre en busca de oportunidades. Pero culturalmente estamos acostumbrados a pensar mal de la mujer que aparece en la historia.
Hombre infiel y mujer huérfana de afectos (o a veces viceversa), empiezan su romance prohibido con sus citas clandestinas, y la esposa de aquél, entregada a sus deberes cotidianos del hogar, ¡ni se entera del par de cuernos (cachos), que le salieron en la frente! ¿Pero qué pasa cuando se entera? ¡Seguro que no se quedará cruzada de brazos! Y allí sí que se armará una buena cruzada de reclamos con sátiras, palabras hirientes, pues con justa razón la esposa justificará sus derechos. ¿Pero cómo podría justificar sus actos la mujer quita-maridos?
Amigas queridas, esto a parte de complejo, es muy delicado, los hogares ajenos reclaman primero respeto para ser conservados, luego exigen amor y fidelidad para ejercer sus plenos derechos de seguir siendo núcleos familiares donde hay hijos que no tienen la culpa de los errores de sus padres. Si tú te enamoraste de un hombre ajeno, por sus atenciones, por su personalidad, por su rico aroma de hombre atractivo, por sus bellos detalles o por lo que sea, piensa que eso no será siempre así, son sólo elementos que a él le están sirviendo de “medios” para “engancharte”, y es muy fácil embarcarte en una situación tan cómoda como dejarte seducir por alguien a quien no le interesan tus circunstancias de vida, y que sólo busca una aventura pasajera para satisfacer su ego, vanagloriarse de su habilidad de conquistador y de paso saciar sus instintos de macho cobarde. ¿Y tú? Te habrás ganado el título de mujer “quita-maridos” ¿Es eso lo que buscas mujer? ¿Es eso lo que tú mereces? Por favor, piénsalo dos veces antes de cederle tu cuerpo y tu corazón a quien realmente no lo vale, ni lo merece.
Siguenos en Redes Sociales
El Aviso Magazine El Aviso Magazine El Aviso Magazine