Cancún (México), 11 jun (EFE).- El sector hotelero en el Caribe mexicano, en el sureste del país, enfrenta pérdidas en los primeros cinco meses del año tras una caída de la ocupación del 6 % debido a la plaga el sargazo, la violencia y la falta de promoción.
El presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya (AHRM), Conrad Bergwerf, sostuvo a Efe que en los primeros cinco meses de 2019 ha habido “un impacto lamentablemente negativo” con un “6 % menos de ocupación en la zona” frente al mismo periodo de 2018, señaló.
Al cierre de 2018, Quintana Roo contabilizó 102.890 cuartos hoteleros. De estos, 41.416 corresponden a Cancún y Puerto Morelos; 46.969 a la Riviera Maya y el resto de otros destinos como Chetumal a Holbox.
Según Bergwerf, solo en la Riviera Maya se calculan pérdidas por 12 millones de dólares entre enero y mayo de 2019.
Y en Cancún y Puerto Morelos, las pérdidas se estiman entre 10 y 11 millones de dólares, según fuentes del sector.
La actividad turística en México representa el 8,8 % del producto interno bruto (PIB) y genera 4,1 millones de empleos directos y 6,5 millones indirectos, siendo uno de sus principales puntos de interés el Caribe mexicano.
Para el dirigente hotelero la falta de promoción turística es muy preocupante porque ya no hay campañas que permitan revertir los impactos negativos de problemáticas como el sargazo o la violencia, tras la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM).
Según datos oficiales, en Quintana Roo operan al menos 5 grupos delictivos que han protagonizado fuertes enfrentamientos por el control de la venta de drogas, principalmente en Cancún y Playa del Carmen, con tiroteos en establecimientos y ajustes de cuentas, alejando a los turistas de sus playas.
No obstante, para Bergwerf esta problemática ha mejorado en los últimos meses, lo que coincidiría con la instalación de un mando único policial en varias regiones, como en Playa del Carmen desde mayo, lo que implica que fuerzas estatales toman el control y desplazan a las municipales.
El factor que probablemente más ha perjudicado el turismo en Quintana Roo en meses recientes es el recale masivo de sargazo, que impacta en el arribo de visitantes y también implica un costo adicional para el sector.
“El promedio de gasto por hotel con 200 o 300 metros de playa andará por los 100.000 dólares al mes en limpieza”, detalló.
Ante la magnitud del problema y la urgencia por acelerar las estrategias, el sector empresarial ha tocado la puerta a organismos internacionales.
A fin de buscar financiación y escalar el tema a nivel regional, a inicios de junio una delegación encabezada por Carlos Gosselin Maurel, presidente del Protocolo de Puerto Morelos -una organización de empresarios que buscan combatir el sargazo- presentó en la sede de Nueva York de la ONU un informe sobre la problemática.
“Fue muy bien recibido”, indicó Roberto Cintrón Gómez, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y de Puerto Morelos.
De acuerdo con Cintrón, un grupo de especialistas de la ONU asistirá a la Cumbre del Sargazo que se realizará a finales de este mes en Cancún, y donde se espera la asistencia de 19 países.
Espero que “podamos obtener recursos internacionales también para la contención y recogida de esto”, comentó.
Bergwerf, también director general del complejo hotelero Paradisus Playa del Carmen La Perla & La Esmeralda, del grupo español Meliá, considera que esta cumbre es de vital importancia.
“Necesitamos trabajar de la mano y también con las demás islas del Caribe para hacer una transferencia de conocimiento tecnológico, no sabemos cuál es el remedio contra el sargazo, lo que sí sabemos es que vamos a tener sargazo para rato y hay que lidiar con eso”, advirtió.
Pero aunque hoy el día el sargazo se ve como un gran problema para el destino cuya principal oferta se basa en sol y playa, Gosselin sostiene que de lograr la industrialización del alga en muy poco tiempo la situación se revertirá.
“Pero si seguimos esperando a que papá Gobierno nos dé dinero, que no tienen, el estado estará quebrado”, alertó.
Alfredo Arellano, titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA) de Quintana Roo, explicó a Efe que solo para limpiar el sargazo de zonas consideradas como prioritarias -unos 50 kilómetros, el 10 % de toda la costa de Quintana Roo-, se necesitan 80 millones de pesos mensuales (unos 4,2 millones de dólares).
Según dijo, no todos los días hay recales masivos y no toda la costa se ve impactada por la presencia del alga, pero reconoció que el arribo hasta la fecha es mayor al del 2018.
Mientras las gestiones de los empresarios avanzan, trabajadores como Apolinar Fernández Torres, quien es supervisor de playa, se dedica a poner a prueba todos los sistemas de contención de sargazo que ofrecen empresas nacionales e internacionales.
Fernández es del oriental estado de Veracruz y cuando llegó a Puerto Morelos encontró trabajo como jardinero en un hotel.
Hoy en día tiene en sus manos la difícil tarea de mantener las playas del hotel en las mejores condiciones y de evaluar la efectividad de las embarcaciones y de las barreras contra el sargazo.
“Aquí hemos hecho de pruebas y errores y las cosas que nos funcionan son las que se van quedando”, comentó.
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