Cuando encontramos a alguien en algún lugar lejano de su lugar de costumbre solemos decir: ¡Qué chiquito es el mundo, compadre, yo lo hacía en san Julián y acá anda en san Francisco!… pero aunque decimos que el mundo es chiquito, para muchos sigue siendo muy grande. Y es que hace apenas unos siglos teníamos una visión de la tierra muy diferente. Por principio de cuentas, se creía que la tierra era plana; parece que fue ayer cuando los navegantes más tímidos no querían retirarse mucho de las costas porque corrían el riesgo de llegar al fin del mundo y caer al… al… no sabían a dónde, pero se caían de la tierra. Ya la humanidad estaba crecidita, ya tenía barba y de todos modos creíamos que la tierra plana estaba sostenida por cuatro elefantes parados en una tortuga gigante… ¿y la tortuga? …ya no nos alcanzó el pensamiento para parar la tortuga en algo y dijimos que nadaba en el espacio. Otra creencia era que Atlas sostenía la tierra sobre sus hombros… Y esas visiones poéticas-científicas iban acompañadas de la creencia bien firme de que la tierra era no sólo el centro del universo, sino el universo mismo. Todo giraba sobre la tierra.
Después de muchos tratados y muchos maltratados; pleitos y presos; sabios callados y sacrificados, poco a poco hemos ido aceptando en los últimos 500 años el lugar de la tierra en el universo. Para muchos todavía sería fácil creer que esas fotos que comparan a la tierra con el sol y las galaxias podrían ser arregladas en photoshop y para algunos “No es cierto que fueron a la luna, puro cuento” Y para muchos da lo mismo que la tierra ande rodando o que esté colgada con gravedad o sentada en elefantes; plana, redonda, cuadrada o chueca, pequeña o grande, de cualquier manera la tierra sigue siendo el centro del universo “…pero sigo siendo el rey”.
Sin embargo, queramos o no, con tantas cosas que dicen los que saben y con sólo abrir los ojos en una noche clara de inquietos luceros, nos alcanzamos a dar cuenta que este universo es chi….do de a madres; ¡ta bien grande!… y aceptamos que pueda ser cierto que la tierra no llegue a ser ni un grano de arena en la inmensa playa. Y ahí es donde nos llega el complejo al ver nuestra pequeñez y es donde sobre compensamos engrandeciendo al hombre. Sí, nos engrandecimos, nos inflamos; no pudimos adaptarnos a un inmenso universo, no podemos aceptar nuestra insignificancia. No sólo nos seguimos creyendo pueblos escogidos de dios, hijos de dios, sino que muchos se creen dios mismo.
Por supuesto que no hemos adaptado nuestro concepto de dios. Los que todavía se siguen llamando hijos del sol, no son capaces de ver la pequeñez del sol. ¡Como nos ayudaría revisar nuestros conceptos básicos, nuestros libros y nuestros dioses.
En la comparación de arriba entre ocho estrellas conocidas, que agarramos aquí nomás de los alrededores: Antares, Betelgeuse, Aldebarán, Rigel, Arturo, Pollux, Sirius… el sol no se alcanza a ver, la flecha indica, pero equivaldría a un pixel…
Esos son soles… dijo la gallina del chiste… andaba una gallina picoteando en un lodazal cuando pasó una aplanadora y apachurró a la gallina, pero tanta suerte tuvo que se escapó por tantos hoyos que había entre el lodo, de cualquier modo salió toda revolcada, enlodada, desplumada, y maltratada, pero diciendo contenta: “esas sí son pisadas”; Así podrían decir nuestros antepasados que adoraron al sol por muchos años: ¡esos sí son dioses…!
Pero no nos volvió humildes el conocer la pequeñez del planeta; no nos hizo hermanarnos. Seguimos peleando por ser más poderosos que el vecino de enfrente y más ricos que el país de la izquierda…. Urge rectificar nuestros conceptos. Urge aceptar errores y dejar la soberbia teológica y dogmática para aceptar la humildad filosófica del “sólo sé que nada sé… vamos buscando” y enderezar caminos y buscar humildemente las respuestas que nos hagan hermanos en la pequeñez y no enemigos en la grandeza.
EL PILÓN: En estos tiempos de celebraciones y fiestas te vendría bien meditar un poco sobre pequeñeces y grandezas, tradiciones y creencias, verdades y falsedades… para que entrando el año limpies el garaje de tu cerebro………………..
Salud y saludos… licvidriera@aol.com
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