“Mi esposa y yo acabamos de ser padres y sé que es muy difícil para ella separarse de nuestro primer bebé, pero nuestra economía no nos permite que ella deje de trabajar en estos momentos. Ella ha pedido dos permisos extra para no dejar al niño al cuidado de otra persona, quien además es un familiar y el bebé estaría bien cuidado y seguro; lo que me preocupa es que mi esposa está considerando muy seriamente no volver al trabajo. ¿Qué puedo hacer para convencerla de no sentirse culpable de regresar al trabajo y dejar a nuestro hijo ‘en manos extrañas’?”, dijo nuestro amigo Rogelio cuando comentábamos acerca de la nada fácil situación actual de la economía familiar
En ese sentido les puedo decir que muchas mujeres emocionalmente se sienten culpables por dejar al bebé bajo el cuidado de otra persona (y más si esta casi recién nacido). Pensando en ello, aquí les damos algunas sugerencias para que, cuando el volver al trabajo sea inevitable, el cambio sea lo más suave posible y sin culpa después de ser madre.
Lo primero que debe tenerse en cuenta es que si se regresa al trabajo por necesidad económica, cuando este paso sea inevitable, la pareja debe aceptarlo como tal y adaptarse lo mejor posible a la realidad. Trabajar fuera de casa no hace a la mujer una mala madre, lamentablemente en estos tiempos se ve en la necesidad de salir a trabajar, así que es importante que madre e hijo puedan disponer cada uno de sus tiempos.
También hay que considerar que en muchas ocasiones este paso al esposo no le preocupa demasiado y a veces ni piensa en ello, pero para la mamá es diferente, por lo que, la culpa es mejor dejarla a un lado, lo más aconsejable es pensar y centrarse en las posibles ventajas y una de ellas es que los niños que están al cuidado de otras personas que no son los padres, los hacen más independientes, sociables y menos caprichosos; tienen mayor facilidad para adaptarse a las diferentes circunstancias y también son más flexibles a todo lo que signifique un cambio en sus rutinas y vidas.
También es importante que la pareja la apoye y si la situación económica familiar lo permite hay que pensar en poder hablar con el jefe o supervisor para que pueda establecer un horario de media jornada, si esto es posible hay que dejar muy en claro los horarios que no se pueden alterar bajo ningún punto de vista y sobre todo, manifestar hasta qué punto es posible contar con uno en el trabajo para que no haya imprevistos de último momento.
En cuanto a la lactancia, los momentos para poder amamantar o sacarse la leche deben ser los tiempos adecuados para poder hacerlo en casa y dejar la leche para el bebé en el refrigerador para que sea suministrada en los horarios de alimentación propicios. Es fundamental para la madre que respete los horarios predestinados para esas labores y no interfieran en los tiempos de su trabajo y viceversa, los cambios que vengan los pueden hacer de manera paulatina, es sólo cuestión de organización y verá que poco a poco se irán integrando los tiempos a la rutina diaria.
En general, las mujeres que han dado a luz recientemente y tienen un niño pequeño, lo que menos hacen durante estos meses es dormir y descansar, son los meses más difíciles y devastadores de todos y la mujer no sólo estará más cansada que antes sino que debe incorporarse a las actividades laborales con lo cual todo se ‘complica, teniendo en cuenta el agregado de la carga sicológica que tanto pesa’, por lo cual he aquí algunas sugerencias para no sentir culpa alguna al volver al trabajo.
1.- Comenzar a mitad de semana para ir adaptándose de a poco a la rutina laboral
2.- Pedir ayuda a los familiares o amigos más cercanos para que puedan colaborar con la asistencia al niño cuando se esté en el trabajo
3.- Los horarios de lactancia y las horas estipuladas de trabajo deben ser respetadas y garantizadas sin que exista de por medio excusa alguna.
4.-Si el cambio es muy extremo o el niño requiere de cuidados especiales a parte de los habituales, lo mejor es plantear en el trabajo un horario más flexible o cumplir con todas las horas
5.- Hay muchas alternativas que se pueden plantear en beneficio de todas las partes, no pierda su trabajo ‘por sentirse culpable’; si por eso pierde su trabajo, no espere que la suerte golpee a su puerta y diga: ‘Tengo un trabajo para ofrecerte; uno que te hará sentir feliz y completa, de acuerdo a tus necesidades’.
Vea lo positivo de ser madre y tener un trabajo estable, que muchas ya quisieran tener hasta sin ser madres por primera vez.
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