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La Columna del Lic. Vidriera 2-2014

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Por: Mario Soto Centeno

   El otro día me encontré un libro medio-interesante. Siempre que encuentro un libro que medio me interesa, y es gratis, lo “recojo” y lo guardo en mi “biblioteca” para, cuando tenga tiempo, verlo con más calma y ver si es suficientemente interesante como para guardarlo o de plano no pasa de medio-interesante y se puede descartar, cosa que pocas veces hago… Ese libro que te digo se llama: Palabras moribundas No recuerdo ahorita el nombre del autor, pero medio me interesó porque, nomás de pasadita, allí me encontré muchas palabras moribundas que yo conocí cuando todavía estaban rozagantes, chapeteadas, llenas de vida; (¡cómo que no sabes lo que significan estas palabras¡… Pues vete al artículo titulado LO QUE SIGNIFICA, y para la otra semana te las explico)… también encontré algunas palabras que allá cuando yo empecé a estudiar gramática junto con Noé, Ramsés y Matusalén, ya se estaban muriendo, (las palabras no los fulanos),  y todavía en estos tiempos no se acaban de morir, aún siguen por allí vivas, no cabe duda que las palabras de antes tenían mucha vida, tenían buenas raíces, muy profundas. Hoy aparecen palabras en la mañana y en la noche desaparecen…

   Como las palabras que agonizan, también hay frases que están en serio peligro de extinción, por ejemplo, en día pasados, sería por los tamales, los buñuelos, ponches y demás antojitos navideños, escuché una frase, que cada vez se oye menos y no tardará en desaparecer, me refiero a  “hecho en casa”, que hoy en día se usa, especialmente para referirse a comidas… Muchos años atrás esa frase no se usaba o se usaba muy poco, por la simple y sencilla… (Ah, cómo sirven estas palabritas de relleno para terminar un artículo cuando no te has podido curar una cruz de Año Nuevo; nomás que luego sale el editor con que “te quedó muy largo el artículo, a ver si le puedes recortar 10 renglones” y allá van pa’ fuera las palabritas de relleno y ¡ni el trabajo!, pero mientras, ya le aventajé. Para que aprendan aprendices, nomás no abusen, porque ya estoy abusando y eso es falta de respeto para sus lectores)… razón de que no se necesitaba, ya se sabía que todo estaba hecho en casa, pero luego vino la “era moderna” y muchas cosas dejaron de hacerse en casa, con decirte que en estos tiempos ni los niños se hacen en casa… “Mejor vamos a un motel, -le dice Pancha a Rogelio-, porque la vecina del ocho anda diciendo que el otro día, mejor dicho, la otra noche oyó todo el rejuego que teníamos en la cama y ya he notado que te echa ojitos de interés”….. Y ahí tiene usted que por vivir tan cerca unos de otros, hasta los pujidos de los vecinos oímos y tenemos que retirarnos de la casa para ciertas cosas, hasta para hacer los muchachos…. y no hay como los muchachos “hechos en casa”…. aunque mi compadre dice que también los hechos fuera de la casa salen buenos, a veces, aunque, también a veces, salen más caros… por el gasto del motel, no por otras cosas, no sean mal pensados…

   Antes casi todas las cosas se hacían en casa; por lo menos en mis tiempos todavía había mucha gente que trabajaba en su casa. La panadería estaba en la casa del panadero, el zapatero componía zapatos en el zaguán de su casa, el guarachero trabajaba en un tejaban en su casa, hasta José, el carpintero tenía la carpintería en su casa, y no era para cuidar a su esposa, como decían las malas lenguas, lo del embarazo ya se lo habían explicado bien y satisfactoriamente. Si todas esas cosas se hacían en casa ya sabrás por qué nunca se usaba la expresión “hecho en casa” para las comidas, porque todas eran hechas en casa, ¡pues, dónde más!

   Hoy en día ya no se hace nada en casa, a veces casi ni lo elemental de comer y dormir… Con razón uno que vino al Aviso a poner su anuncio quería poner: SE PINTAN CASAS A DOMICILIO… porque ya inconscientemente creemos que nada se hace en casa… Bueno, con decirte que hasta las casas ya las andan haciendo tan fuera de casa, que las andan haciendo en el planeta Marte. Así como lo oyes, porque parece que van en serio con los planes de hacer casas en Marte para llevar gente..¿? No sé por qué, pero a mí se me hace que nos están engañando muy a lo gacho…¿No estaremos como la gente del cuento del Rey desnudo? Por no querer parecer ignorantes, les creemos el cuento y los dejamos que gasten millonadas en ir a ver si hay agua en Marte y a hacer casas allá, cuando acá, aquí muy cerca es donde se necesitan las casas, y aquí muy cerca es donde hay millones de gente que no tienen agua potable… Estos sí que andan meando muuuuy fuera de la olla. 

  Por querer progresar y adaptarnos a la vida moderna perdimos no solo las sabrosas comidas hechas en casa, sino todo lo que era la vida casera, la vida de familia, con hijos home made y casas sin ruidos de vecinos. Por querer progresar y “mejorar” hemos empeorado, por querer llegar a Marte le estamos dando en la madre a la Tierra, no hay derecho. Es hora de recapacitar. En estas semanas pasadas acabamos de ver el consumismo en todo su esplendor, poca sustancia, mucha envoltura, poco sabor casero… hay que volver a la casa, a lo hecho en casa… a poner los pies en la tierra y no andar buscando el suelo marciano, eso vendrá a su tiempo, cuando se necesite si se necesita, lo primero es lo primero… ¡Abre los ojos, el rey va desnudo…!

            Salud y Saludos… licvidriera@aol.com

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