Hablar de “Mamá”, es hablar de amor, de cariño, de comprensión y de muchas otras cosas; es encontrar lo bueno y lo hermoso de la vida.
Y precisamente sobre este tema, hay una leyenda que, aunque antigua, ¡se apega a la realidad de cómo es mamá!
Se cuenta que el Señor, estaba en su sexto día de la creación cuando un ángel se acercó y le preguntó:
– ¿Qué estás haciendo que tanto entusiasmo le pones?
El Señor le contestó: “¿Leíste las especificaciones de esta orden?… ¡Es una mamá!”
– ¿Y tiene que ser alguien especial?
— ‘¡Bueno sí!, un poquito’ -responde el Creador-, debe ser completamente lavable y no de plástico. Tener 180 partes movibles y reemplazables, además debe poder trabajar con sólo beber agua y a veces poder vivir de sobras, tener un asiento en las piernas que al pararse desaparece.
Debe ser alguien que al dar besos, cure desde una herida en la frente, hasta una pierna rota o un corazón desilusionado y tener seis pares de manos.
El ángel sorprendido le dijo: – ¿¡Seis pares de manos!?…. ¡Eso es imposible, Señor!
— Pues no… pero aun así, no son las manos las que me preocupan, -dijo el Señor-, son los tres pares de ojos que este modelo debe llevar, un par que mira a través de las puertas cerradas, un par en la parte de atrás de la cabeza que adivina cualquier peligro y, por supuesto, un par en la frente que ve cuando el hijo comete un error.
Pero ademas debe ser alguien que se cure solo, que resuelva todo, que pueda alimentar a una familia tenga o no tenga recursos.
Una vez terminada su obra, El Divino Creador se la mostró al ángel y al ver aquel modelo de mamá y dijo:
– Es muy suave, pero se ve fuerte.
— ¡Sí!, contestó el Señor, y no te puedes imaginar lo que esta madre puede hacer y tolerar.
– ¿Puede pensar? – preguntó el ángel.
— No sólo pensar, sino razonar, aconsejar, y muchas cosas más, dijo.
– ¿Y esa lágrima en los ojos, para qué es?
– ¡Ah!, dijo el Señor: puede ser de gozo, tristeza, decepción, orgullo, alegría.
Señor, dijo el ángel, ¡eres un genio!
Y el Señor, mirando a su modelo, exclamó:
— Lo malo es que nunca tendrá descanso y jamás obtendrá ni la mitad de amor que ha derrochado por eso: Le doy mi bendición muy especial… ¡Esta es mi creación perfecta!!!
¡¡¡FELICIDADES MAMA!!!
Esta es una historia muy real y de admirara que representa a toda madre:
El otro día, Mamá y Papá estaban mirando la televisión cuando de repente ella dijo: “estoy cansada, es tarde, me voy a la cama”.
Pero no se dirigió a su recámara, sino que fue a la cocina a preparar los bocadillos para el día siguiente. Luego sacó la carne del congelador. Acabado esto, pensé que ahora sí se iría a dormir, sin embargo, fue al cuarto de lavado y puso la ropa húmeda en la secadora, la ropa sucia en la lavadora, recogió los juguetes, planchó una camisa y cosió un botón. Regó las plantas.
Por fin, mamá bostezó, y se fue al dormitorio….
Allí, se paró un momento para escribir una nota a la maestra, firmó una felicitación para un amigo y colocó todo junto a su bolso.
Papá gritó: “pensaba que te estabas yendo a la cama”.
“Estoy yendo”, dijo ella. Dio una ojeada a los niños, les apagó las luces, recogió una camiseta, y tiró los calcetines a la cesta de ropa.
En ese momento, Papá apagó la televisión y anunció: “me voy a la cama”. Y lo hizo, sin otros pensamientos.
Qué extraordinaria es una madre, ¿no les parece? ¡¡¡Demos gracias a Dios por tenerlas!!! Y si no la tienes da gracias a Dios de que ya la tiene con él.
¡MAMÁ SIEMPRE AL PENDIENTE DE TODO!
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