En cierta ocasión, una hambrienta zorra se deslizó dentro de un gallinero en busca de alguna presa para satisfacer su apetito voraz. Mirando a su alrededor vio una hermosa y enorme gallina que descans
En cierta ocasión, una hambrienta zorra se deslizó dentro de un gallinero en busca de alguna presa para satisfacer su apetito voraz. Mirando a su alrededor vio una hermosa y enorme gallina que descansaba en un palo, pero como estaba bastante alto, le fue imposible alcanzarla a pesar de dar varios saltos. Sin resignarse a perder tan apetitosa presa, pensó entonces poner en juego su astucia.
– Gallinita -le dijo-, me han dicho que estabas enferma y por eso he venido a visitarte. Anda amiga mía, baja de allí, te tomaré el pulso y así comprobaremos si haz mejorado o no.
– Agradezco tu preocupación amiga zorra -respondió la gallina-, es cierto que no me encuentro muy bien de salud, pero es más cierto aún que enfermaría de muerte si me pusiese al alcance de tus afilados dientes. Así que, déjame tranquila y sigue tu camino buscando a otra tonta que yo no me moveré de aquí.
Moraleja: De personas traicioneras procura alejarte o de lo contrario, en un descuido vas a lamentarte!
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