Estudios han demostrado a través de los años, que el tener una relación de pareja puede significar perder amistades valiosas. La razón tal vez sea que al no hablarse ni verse tan seguido, el vínculo de la amistad comience a deteriorarse y a debilitarse.
En otros casos, puede ser que entreguemos nuestra vida completa a nuestra nueva pareja, olvidándonos de nuestras amistades, y muchas veces también, de nuestra familia.
Este tipo de acción obsesiva y exagerada, puede tener consecuencias muy negativas.
Es importante ser honestos y comprender lo disfuncional que es el arriesgar perder los vínculos íntimos, fuertes y permanentes que existen con nuestras amistades, solo por darle toda la atención a una sola persona.
La clave está en el balance
Lo importante es poder reconocer que como seres humanos, tenemos la capacidad de ser amigos de muchos, pareja de uno/a, y las dos cosas a la vez.
Obviamente si tenemos a un amigo, podemos conocer a otras personas y hacerlas también nuestras/os amigas/os, sin tener que poner en riesgo cada amistad anterior. Del mismo modo, podemos tener amigos de toda una vida, y traer a nuestras vidas una nueva pareja.
Es importante decir que tener la capacidad de –como malabaristas– balancear amistades y relaciones íntimas, es clave.
La madurez y el autoestima son importantes
La madurez de una persona es la que ayuda a tomar buenas decisiones. Aquel que tiene un autoestima fuerte y saludable, sabe que puede cuidar y nutrir tanto a las amistades, como a la pareja.
Aquel que carece de autoestima o que tiene pocas habilidades de resolución de conflictos, no se sentirá capaz de balancear ambos tipos de relaciones, y generalmente optará por la pareja, dejando atrás a los amigos.
Ningún extremo es saludable. Tener amistades y evitar las relaciones de pareja para que no interfieran, es igual de disfuncional que dejar atrás las amistades, por mantener una relación de pareja. Las amistades son muy importantes en nuestras vidas: nos brindan apoyo, nos escuchan, nos acompañan en momentos difíciles, nos quieren, y en muchos casos, nos protegen y defienden.
Quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro
Desestimar así a las amistades es algo muy peligroso. Si dejas a tus amistades, no sólo estarás dejando todos los beneficios que acompañan a estas relaciones, sino también que el día que tú y tu pareja decidieran no seguir juntos, te quedarías sin pareja y sin amistades.
Típicamente, es ahí donde corremos a buscar a viejos amigos, a los que hemos abandonado por años. Luego nos molesta que ellos ya no tengan interés en retomar la relación con nosotros, y con mucha razón.
Recuerda que en el balance está la buena salud tanto física como emocional. Mantén buenas relaciones con tu familia, con tus amistades y conocidos, con tus compañeros de trabajo y con tu pareja. Encuentra tiempo para compartir en grupo o de forma individual, con cada uno de estos grupos. Este balance te mantendrá emocionalmente estable y saludable.
Por Dr. Eduardo López Navarro
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