El 5 de junio del año 1876 en el poblado San Juan del Río, Estado de Durango, México, nació Doroteo Arango, a quien el mundo luego conocería con el nombre de Pancho Villa, un héroe revolucionario que defendió las necesidades del pueblo mexicano.
Su procedencia era de padres muy pobres, Agustín Arango y María Micaela Arámbula, peones sin cultura. Doroteo (Pancho Villa), tampoco fue a la escuela, sin embargo, aprendió a leer y escribir, al extremo que impulsó el desarrollo escolar en México.
Creció huérfano, causa que lo obligó a una infeliz niñez y en su adolescencia manifestó una conducta extremadamente rebelde; más tarde, trabajó como agricultor, comerciante, leñador y hasta bandido, anteriormente de que se convirtiera en militar revolucionario.
Posteriormente se incorpora a la causa revolucionaria. En la Sierra de Chihuahua reclutó a más de 300 hombres con los que conquistó la población de San Andrés, ubicada en esa comarca, por lo cual le fue otorgado el grado de Coronel.
Pancho Villa se recuerda hoy en todos los lugares como “El Amigo de los Pobres”. En los tiempos de miseria se encargaba de alimentar a regiones enteras y se hacía cargo de los poblados desalojados por las tropas federales.
Su nombre se hizo tan famoso que se convirtió en una leyenda popular; a él se le atribuían todos los asaltos a trenes y otras acciones bélicas en el norte de México.
Entretanto Álvaro Obregón fue elegido presidente de la nación azteca. El nuevo mandatario había consolidado su posición, algunos planes para librarse de Pancho Villa fueron abiertamente promovidos por el gobierno, ante el temor de que nuevamente se levantara en armas y se decide a matarlo.
Mediante una emboscada organizada por la policía secreta o por pistoleros a sueldo de familiares de antiguas victimas de Villa, fue asesinado a tiros el famoso bandolero transformado en general revolucionario.
Era la tarde del día 20 de junio de 1923, Pancho Villa murió en su coche, alcanzado por 47 balas de pistola cuando se dirigía a una fiesta familiar en la famosa ciudad de Parral, tierra donde se había establecido.
Se conoce que Pancho Villa al morir quería permanecer en Parral, para lo cual antes de ser asesinado ordenó a sus aliados el cambio de tumba en el panteón, por la noche, así se hizo y en lugar de Villa se situó un cuerpo de mujer que fue el que decapitaron.
Algunos estudiantes México-norteamericanos afirman que en la colección de cráneos de la sociedad Skull and Bones de Yale, Estados Unidos, se encuentra la cabeza de Pancho Villa, supuestamente vendida a esa sociedad.
El sepulcro final se perdió con los años. Actualmente se están analizando por exámenes de ADN entre su hija radicada en parral y los posibles lugares donde se cambió el cuerpo por parte de sus aliados.
EL TESORO PERDIDO
Una india octogenaria que combatió al lado de Pancho Villa, en su lecho de muerte, reveló que los compañeros de la guerrilla enterraron el tesoro en las faldas de un cerro cercano a Parral, Chihuahua.
Consistía en 122 lingote de plata de las minas, medio millón de oro en monedas del Banco Minero de Chihuahua y muchos millones más en joyas y otros valores.
Expresó la anciana que “allí aún está el tesoro enterrado en bolsas de cuero, que los hombres participantes murieron en combate.” La octogenaria murió sin revelar el sitio exacto donde se supone esté el tesoro.
Pancho Villa, fue un rebelde ejemplar, parte integrante y alma de los mexicanos oprimidos.
Entre los reconocimientos que el pueblo le ha dado a través del tiempo, esta el de “HÉROE NACIONAL”
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