(EFE News).- El anuncio del cierre la pasada semana de dos centros de detención migratoria es motivo de celebración para los defensores de la comunidad inmigrante tras años de luchas, pero “todavía queda mucho trabajo por hacer”, afirmó un activista.
“Todas las organizaciones estamos muy contentas pero en la medida en que persistan prisiones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) no estaremos satisfechos. La lucha continúa”, dijo a Efe Rafael Pizarro, de la organización Bristol County for Correctional Justice en Massachusetts.
El centro de detención en el condado de Bristol fue precisamente uno de los que no recibirá más inmigrantes que enfrenten la deportación.
“No hay base legal para que el alguacil vaya detrás de los indocumentados”, afirmó satisfecho Pizarro, si bien agregó que “no hay garantías de que pueda ser reabierta si hay cambio en el Gobierno en las próximas elecciones”.
“Todos estamos contentos pero sabemos que aún hay problemas para la gente que permanece en la prisión del condado que no son de ICE”, dijo, y aseguró que se continuará luchando por ellos “porque peleamos por los derechos de todo el mundo”.
De acuerdo con Pizarro aún permanecen unas 600 personas en la cárcel de Bristol, una instalación para hombres y mujeres con sentencias cortas que abrió sus puertas en 1953 con capacidad para 1.100 camas.
“Nos oponemos a las condiciones en las que tienen a la gente”, sostuvo el activista.
La pasada semana la Administración del presidente Joe Biden anunció que ICE terminaba su contrato con esa prisión así como con la de Irwin, en Georgia, que fue centro de un escándalo cuando mujeres inmigrantes denunciaron haber sido sometidas a esterilización forzada.
El cierre de Bristol también ocurre luego de que la Fiscalía de Massachusetts emitiera un informe el pasado diciembre en el que señaló que el alguacil del condado, Thomas Hodgson, y su personal violaron los derechos civiles de los inmigrantes.
De acuerdo con las denuncias hubo uso excesivo de la fuerza durante un choque en mayo de 2020 entre presos y guardias que se saldó con varios heridos, lo que llevó a legisladores demócratas en el Congreso a pedir una investigación.
Una amplia coalición de organizaciones en Massachusetts, incluida la Unión de Libertades Civiles, había pedido al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, el cierre del centro en Bristol.
Varias legislaturas en el país, entre ellas las de Nueva Jersey y Nueva York, consideran propuestas para poner fin a los jugosos contratos para alojar inmigrantes bajo custodia de ICE.
Pizarro comentó que Bristol es el condado más conservador del estado, con “mucha supremacía blanca”, y el que más votos le dio al anterior presidente, el republicano Donald Trump.
“Hay mucha gente que está en contra de los inmigrantes, de la gente de color, y van a continuar presionando. Es por eso que el alguacil hizo de esto un gran tema” para ganar votos en el periodo electoral, señaló el activista.
Hodgson ha sido criticado además por haber ofrecido en 2017 enviar a personas encarceladas para construir el muro fronterizo que proponía Trump y decir que los funcionarios electos que permitan que sus comunidades se conviertan en ciudades santuario deberían ser arrestados.
“Tenemos que seguir peleando por los derechos de la gente que aún está adentro”, sostuvo Pizarro, que asegura que la meta es que cierren todos los centros con contratos con ICE.
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