La Política del Hara Kiri

Si a usted le gustan las películas de artes marciales o ha leído algo acerca de la milenaria cultura japonesa, seguramente conoce acerca del ritual que llevaban a cabo los famosos guerreros ‘Samurai’

“…Suicidarse es subirse en marcha a un coche fúnebre…” -Enrique Jardiel, escritor.

Si a usted le gustan las películas de artes marciales o ha leído algo acerca de la milenaria cultura japonesa, seguramente conoce acerca del ritual que llevaban a cabo los famosos guerreros ‘Samurai’ cuando deseaban terminar con su vida de manera honorable. Vestido de gala para la ocasión; utilizando un largo y filoso cuchillo llamado “tantó”, el hombre sentado en posición de Flor de Loto tomaba el arma y se la clavaba de un sólo golpe en el abdomen. Acto seguido, con un último esfuerzo, se hacia un corte de izquierda a derecha para destrozar sus vísceras y asegurarse de que la herida fuera mortal. La práctica fue muy común,
incluso hasta la Segunda Guerra Mundial cuando los soldados japoneses preferían hacerse el “Hara Kiri” antes que caer en manos enemigas.

Todavía hay por ahí algunos casos recientes, sobre todo de estudiantes fracasados que se aplican el método tradicional de suicidio en el lejano oriente. Lo curioso es que no son los japoneses quienes hoy en día utilizan esa palabra, si no nosotros, los extranjeros de occidente. En México y algunos otros países Latinos, para decir que alguien está actuando estúpidamente en su contra, decimos que se “está haciendo el Hara Kiri”. Todo esto se lo platico porque la actual política migratoria de Estados Unidos es precisamente eso, un torpe atentado contra su propia existencia.

¿Ejemplos?, hay muchos, pero mejor le comento lo que está pasando con los empresarios del campo en el sur de California. “Estamos desesperados”, me confesó esta semana Manuel Cunha, Presidente de una importante agrupación de granjeros llamada Nisei Farmers League. “Si no se llega pronto a un Acuerdo Migratorio y si no terminan de inmediato las redadas, muchos de nosotros vamos a ir directo a la quiebra”. “Ya no hay gente en los campos que levante las cosechas”. En el Valle de San Joaquín, por ejemplo, casi la tercera parte de los 230 mil trabajadores de la “pizca” han sido deportados o prefieren irse a otras partes donde no los aprieten las garras de la “Migra”. Para los ultraconservadores y los grupos anti-inmigrantes, es muy fácil alzar la voz y condenar todo aquello que suene a “amnistía”. Por eso, usted habrá visto, incluso, como hasta el propio John Mc Cain -que en el 2007 impulso una fallida Reforma Migratoria-, ante la presión de esos grupos que ahora dice que no.

Que primero hay que sellar la frontera y luego pensar en “opciones para resolver el problema de los indocumentados”. El caso es que mientras son peras o son manzanas, los agricultores de este país se las están viendo muy negras. No le extrañe a usted que muy pronto, así como se presentó la crisis en el mercado de los bienes raíces, surja también una tremenda bronca en el sector agrícola que -como si fuera el cuchillo del Samurai-, termine de empujar la economía del país hacia una temible recesión.… Digan lo que Digan.

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