La Rana Generosa

En las orillas del río Níger, vive una rana muy generosa. Cada que llega la época de las lluvias ella ayuda a todos los animales que tienen problemas ante la crecida del río. En ese mismo lugar,

 En las orillas del río Níger, vive una rana muy generosa.

 Cada que llega la época de las lluvias ella ayuda a todos los animales que tienen problemas ante la crecida del río.

 En ese mismo lugar, vive también un escorpión, que cierto día le suplicó a la rana: «Deseo atravesar el río, pero no estoy preparado para nadar. ¿Podrías llevarme a la otra orilla sobre tu espalda?».

  La rana, que había aprendido mucho durante su larga vida, respondió enseguida: «¡Ni pensarlo! ¡Te conozco lo suficiente para saber que si te subo a mi espalda, me inyectarás un veneno letal y moriré!».

 Pero el astuto escorpión le dijo: «Ten por seguro que no te picaré. Porque si así lo hiciera, tú te hundirías en las aguas y yo, que no sé nadar, perecería ahogado».

 Esta incuestionable lógica hizo cambiar de parecer a la rana… que finalmente aceptó.  Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró y comenzaron la travesía del río.

 Todo iba bien. La rana nadaba con soltura a pesar de saber que llevaba sobre su espalda un gran peligro. Poco a poco fue perdiéndole el miedo al escorpión.

 Llegaron a mitad del río. Frente a ellos se divisaba la orilla a la que debían llegar. La rana, hábilmente sorteó un remolino…

 Fue aquí, y de repente, cuando el escorpión picó a la rana. Ella sintió un dolor agudo y percibió cómo el veneno se extendía por todo su cuerpo. Comenzaron a fallarle las fuerzas y su vista se nubló. Mientras se ahogaba, le quedaron fuerzas para gritarle al escorpión: «¡Lo sabía!. Pero… ¿Por qué lo has hecho?».

 El escorpión respondió: «¡Perdóname,,, no puedo evitarlo. Es mi naturaleza!».

 Y juntos desaparecieron en medio del remolino mientras ambos se ahogaban en las profundas aguas del río Níger.

Moraleja: 

Con quienes por su naturaleza mal suelen actuar, si te piden ayuda, con mucha cautela debes obrar!