La Tortuga Friolenta

Este año a comparación de los demás el frío ha azotado de manera brusca a la isla de Galápagos. Esta situación se ha vuelto tan insoportable para nuestra amiga la tortuga quien, a pesar de tener un ca

Este año a comparación de los demás el frío ha azotado de manera brusca a la isla de Galápagos. Esta situación se ha vuelto tan insoportable para nuestra amiga la tortuga quien, a pesar de tener un caparazón muy grueso que la proteja de este clima, es muy friolenta y se la pasa tiritando de frió las veinticuatro horas del día. Sus compañeros de especie le miran como a un bicho raro, sin embargo es algo que por más que intenta no puede evitar; nació con ello y así es de creer que habrá de seguir hasta la muerte. –No, señor narrador. Está usted muy equivocado. Yo no pienso pasarme en esta isla de hielo el resto de mi vida. Construiré un pequeño barco y navegaré hacia el Sur donde, según he oído, existen islas más templadas y calurosas para vivir. 

¡Vaya con nuestra amiga la Tortuga! Y yo pensaba que no podía oírme! Bien, sigamos las apasionantes aventuras de nuestro nuevo héroe. Bueno ya saben que la mayoría de las tortugas son muy lentas, por tanto, no les extrañará que se haya tardado cinco años en construir un pequeño barquito compuesto de unos tablones gastados y una vela mugrienta. ¿De vuelta tan pronto amiga Tortuga? ¡Pero si te marchaste hace sólo seis meses! – Hay poco que ver por ahí, señor. Cuanto más al Sur viaja uno, más frío hace,  así que prefiero regresar y acostumbrarme a este ambiente, aunque mal me pese.

¡Ya lo ves tortuga! Antes de aventurarte por los mares, hay que estudiar un poco de Geografía.. ¿No lo crees?

Moraleja:

¡Al estudio te debes entregar, si malos ratos no quieres pasar!