La Urraca

Doña Paloma vivía, junto con sus hijitos, en la rama mas alta de un arbol del bosque. Eran todos felices y nada les faltaba.

Doña Paloma vivía, junto con sus hijitos,
en la rama más alta de un árbol del bosque.
Eran todos felices y nada les faltaba.

Un día, llegó hasta ellos una zorra hambrienta,
y con la astucia que la caracteriza
le dijo a doña Paloma.
– O me das a uno de tus hijuelos o te comeré
en un santiamén.
Doña Paloma, asustada, hizo caso inmediato
de las amenazas de la zorra y le dio
al más pequeño de sus hijos. Esta, habiendo
obtenido lo que deseaba se fue campante
de ahí. Doña Urraca, que presenció todo
le advirtió a ésta: – No vuelvas a darle otro
palomino a esa zorra desalmada. Tú vives
en una rama muy alta y por ende ella jamás
podrá alcanzarte -dijo la urraca.

No tardó en volver la zorra pidiendo otro
hijito a doña Paloma. Esta, aleccionada
por doña Urraca, se negó rotundamente y
explicó a la zorra lo que su vecina le había
dicho. La zorra, irritada, fue a ver a la
dichosa ave entrometida para pedirle una
explicación. Esta le contó todo lo que había
dicho y recomendado a doña Paloma.

Entonces la zorra, furiosa, le dijo:
– Explícame cómo sueles dormir -le preguntó.
Doña Urraca, ingenua, adoptó la
postura normal, cerró los ojos y…. La zorra,
aprovechando la situación, de un salto,
llegó hasta ella y se la comió.
¡Más le hubiese valido a doña Urraca no
dar consejos a otros, sino cuidarse mejor
a sí misma!

Moraleja:

De problemas ajenos te debes alejar
si en conflictos no quieres terminar!