Aunque parezca increíble, cuando se habla del reino animal, muchas veces solo se piensa en las especies salvajes y casi nunca se considera a los domesticados como parte de ese mundo y la vaca es uno de esos animales.
Este mamíferos de gran tamaño, es curioso, es sociable e inteligente, aunque muy sensible a los sobresaltos, que le causan mucho miedo.
Las vacas tienen un buen oído y son muy sensibles a los sonidos agudos; de hecho son capaces de percibir sonidos de frecuencias altas inaudibles para nosotros. Al igual que sucede con las sombras o los sobresaltos, el ruido repentino les provoca estrés, mientras que la música a un volumen moderado reduce su miedo. Además de todo esto, las vacas también pueden sentir el tacto más sutil sobre su piel, como cuando una mosca se posa sobre su cuerpo, imaginémonos lo que sienten cuando les taladran la oreja para ponerles identificadores.
La longevidad de estos mamíferos es de entre 15 y 25 años, dependiendo de la especie. En libertad la mayoría disfruta estando tranquilas, cuidando y queriendo a los suyos, pastando en sus lugares favoritos y tomando el sol. Su vida puede parecernos aburrida a nosotros pero ellas disfrutan enormemente con estas actividades.
Son animales extremadamente sensibles, cuando algunas de sus compañeras, familiares o hijos son llevadas al matadero, se han hecho pruebas cerebrales en las que se ve que estos seres con sus intensas vidas emocionales e intelectuales sufren tanto como padeceríamos uno de nosotros al ser utilizados en contra de nuestra voluntad.
Otra característica importante es que pueden recordar acontecimientos durante largo tiempo, recuerdan sus hogares y casi siempre encuentran sus sitios favoritos. También pueden recordar rutas migratorias, lugares dónde encontrar agua o las mejores zonas de pasto dónde comer, así como dónde dejaron a su ternero mientras pastaban.
En la mayoría de las granjas o fincas ganaderas el proceso de reproducción es uno de los factores que determinan el éxito.
Teóricamente una vaca debería producir una cría por año, esto depende de la genética del animal, la nutrición, y el mismo manejo reproductivo.
El celo es cada 21 días, los machos servirán a las hembras solo durante el tiempo que el celo esté presente, esto es por una lapso de 2 a 4 días.
En las vacas la gestación dura 9 meses aproximadamente.
La relación entre la madres y la cría son especialmente fuertes, y empieza cuando la madre se aparta del grupo para dar a luz a su cría. Una vez nacida, la madre empieza a lamerla y con ello se va familiarizando con el olor de ésta.
Y por increíble que parezca, las explotadas por su leche lloran durante días cuando son separadas de sus crías, muchas de ellas se separan de las demás durante semanas para estar solas y recuperarse del duro golpe que significa alejarse de sus bebés. Durante ese tiempo se mantienen tristes y no es raro ver cómo otras vacas del grupo tratan de acercarse a ellas para animarlas.
Las vacas son animales muy emocionales, que hoy son parte de las Maravillas del Reino Animal.
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