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La vacuna de AstraZeneca reduce la propagación del coronavirus y es eficaz con una sola dosis. Pero las nuevas mutaciones generan alarma

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Un estudio revela que incluso con una sola inyección es efectiva en un 76%. Pero la nueva variante británica del virus cada vez causa más preocupación por nuevos datos.

La vacuna desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca y la universidad británica de Oxford no solo protege a las personas de enfermedades graves y de la muerte por COVID-19, sino que también retrasa en gran medida la propagación del coronavirus y es altamente efectiva con una sola dosis, según un nuevo estudio conocido este miércoles.

La investigación fue realizada por la propia universidad de Oxford y es la primera en mostrar evidencias de que una sola dosis puede reducir la transmisión, renovando las esperanzas de una salida más rápida a la pandemia.

Sin embargo, la aparición de nuevas variantes hace que muchos científicos tengan aún reservas sobre la efectividad real que tendrán las vacunas contra la pandemia.

En el Reino Unido, hay además una mutación, llamada E484K o Eeek, que puede hacer que el virus pase desapercibido, limitando el nivel de protección de las vacunas. 

[Las nuevas variantes podrían infectar de nuevo a personas que ya enfermaron de COVID-19]

El Reino Unido ya está de por sí dando batalla a una variante, aparentemente más contagiosa y letal, que fue detectada en diciembre y que ha llegado a Estados Unidos. A esta se suman las nuevas cepas detectadas en Sudáfrica y Brasil, que han hecho que las farmaceúticas revisen las vacunas que han producido para el virus original.

Protección con una dosis contra el contagio

Una de las noticias más positivas del estudio es que detectó que una sola dosis de la vacuna, que aún no está autorizada en Estados Unidos, fue eficaz en un 76% hasta tres meses después de ser suministrada. La vacuna está desarrollada en cualquier caso para alcanzar su máxima eficacia y duración con dos dosis. 

Los científicos evaluaron además qué tan efectiva era la vacuna para evitar el contagio si una persona estaba enferma. Para esto, tomaron muestras de los participantes cada semana y analizaron si había rastros del virus. Si el virus no se puede detectar, no se transmite, aunque la persona esté enferma. Los científicos encontraron una reducción del 67% de pruebas positivas entre las personas vacunadas, según reporta el diario The New York Times. 

Los resultados de la investigación, que aún no ha pasado por una revisión científica independiente, renovaron las esperanzas en la lucha contra el virus. “Ahora sabemos que la vacuna también reduce la transmisión y eso nos ayudará a todos a salir de esta pandemia“, dijo Matt Hancock, el secretario de salud británico, en una entrevista con la BBC. Algunos científicos han advertido, sin embargo, que se necesitan más datos. 

Los resultados respaldan incialmente la estrategia implementada por Gran Bretaña y otros países para priorizar el suministro de tantas primeras dosis como sea posible, dejando de lado la preocupación de que se den las segundas dosis más tarde de lo que indica el protocolo.

Los investigadores de Oxford y AstraZeneca encontraron además que la vacuna era más eficaz cuando el intervalo entre la primera y la segunda dosis era mayor al establecido originalmente (cuatro semanas). Con al menos tres meses de diferencia entre una dosis y otra, la vacuna tuvo una efectividad del 82%, mientras que con seis semanas fue del 55%.

Los interrogantes que abre la mutación Eeek

La aparición de la mutación E484K en algunas infecciones causadas por la variante del Reino Unido es “un desarrollo preocupante, aunque no del todo inesperado“, dijo Julian Tang, virólogo clínico de la Universidad de Leicester a The Washington Post. 

La mutación altera la estructura de la proteína del virus, que es a lo que apuntan las vacunas y muchos de los anticuerpos que produce el cuerpo de modo natural. La mutación puede ayudar al virus a no ser detectado y evitar así una respuesta inmunológica. 

La posibilidad de que la mutación haga que el virus pase desapercibido genera preocupación a los desarrolladores de vacunas, que tienen como objetivo generar anticuerpos que detectan invasores y los destruyen. 

[Lo que se sabe sobre la vacuna Sputnik V, que será distribuida en América Latina]

Todos los virus mutan y el SARS-CoV-2 está evolucionando a medida que circula en decenas de millones de personas en todo el mundo. La mutación Eeek no es realmente nueva: se habían localizado rastros de ella al comienzo de la pandemia, aunque de forma aislada. Ahora, genera atención con la aparición de las otras cepas de rápida propagación. 
 

Con información de The New York Times y The Washington Post

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