A partir de la próxima semana, Estados Unidos dará un paso histórico hacia el inicio de lo que esperamos sea un camino irreversible hacia una auténtica economía verde, gracias a la aprobación de las más ambiciosas inversiones hacia las energías limpias y asequibles, y acciones agresivas contra el cambio climático.
Aunque fue bautizada como ´La Ley de Reducción Inflacionaria´, más por motivos políticos que por su impacto real en la economía, la nueva legislación abre la puerta a un futuro sustentable: agua y aire más limpios, mejor acceso a la salud pública y comunidades más resistentes a los fenómenos meteorológicos, especialmente las comunidades de color, como la latina y la negra, las más vulnerables a las injusticias climáticas.
¿Eso quiere decir que es una legislación perfecta y una solución a todos los problemas ambientales? No. En palabras de Bernie Sanders: La industria de los combustibles fósiles recibirá miles de millones de dólares en nuevas exenciones fiscales y subsidios durante los próximos 10 años.
Es sin duda preocupante, como apunta Bernie, sentar las bases de un planeta saludable y habitable con privilegios fiscales a las mismas empresas de combustibles fósiles responsables del calentamiento global. La ley pondrá por ejemplo a la venta hasta 60 millones de acres de aguas públicas todos los años a la industria del petróleo y el gas antes de que el gobierno federal pueda aprobar cualquier nuevo desarrollo eólico marino.
Pero no se trata de hacer lo perfecto enemigo de lo bueno. La gran mayoría de organizaciones ambientalistas coinciden que la nueva legislación es un paso adelante en la dirección correcta.
Los demócratas debían saberlo mejor que nadie. En el tema de migración, los políticos que sólo apoyan una reforma migratoria integral o nada, tienen hoy las manos vacías.
En el caso de la ley, como indica Lori Rodes, Directora Ejecutiva de Cimate Power, la legislación realiza amplias inversiones en la industria manufacturera estadounidense, creando innumerables puestos de trabajo para construir la próxima generación de centrales eléctricas, carros y edificios limpios.
Otro logro importante: Se aprobaron 64,000 millones de dólares para extender la vida de la Ley de Salud Asequible, mejor conocida como Obama Care, hasta el 2025, y se pueden ahorrar casi 300,000 millones de dólares al permitir por primera vez que el programa Medicare renegocie los precios de las medicinas con las grandes farmacéuticas.
Aunque todos podemos apreciar las insuficiencias de la nueva ley, la suma de avances graduales y progresivos llevan al país en la dirección correcta. Y muchas de nuestras comunidades más afectadas por los fenómenos meteorológicos, –incendios permanentes, inundaciones, aire contaminado y aguas sucias– simplemente no pueden esperar a una ley perfecta.
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