Las palabras nos sirven para decir lo que pensamos. Para eso se inventaron y para eso deberíamos de usarlas, pero se da el caso que en lugar de usarlas para decir lo que pensamos, las usamos más para esconder lo que en realidad pensamos. Las usamos para “dorar la píldora”, para engañar, para no decir lo que pensamos.
Como dijo alguien, muchas veces, casi siempre, lo primero que se te viene a la cabeza, lo primero que piensas es lo que menos debe salir de tu boca, para eso se usa mucho el “morderse la lengua”.
Por eso hay tanta gente sensata y bien pensada que recomienda con mucha gravedad: “Piensa lo que dices” “Hay que pensar antes de hablar”… etc. Parece tan bueno el consejo, pero yo te daría otro que te podrá parecer descabellado, o sea, está pelón, ai te voy…. “Di lo que piensas” que si todos dijéramos lo que pensamos no tendría que decirte “piensa lo que te dicen”… porque estos buenos consejeros que te dicen que pienses lo que dices, en realidad te están diciendo “No digas lo que piensas”… ¿a poco no?
Te pueden dar mil razones para pensar antes de hablar, pero a fin de cuentas lo que te estarán diciendo es: no digas lo que piensas, disfrázalo, suavízalo, cámbialo… y así aprendemos a hacerlo desde muy pequeños. Pero yo casi estoy seguro que el mundo andaría mucho mejor si no se hubiera metido esa “culta y civilizada” moda de “pensar” lo que se dice, andaríamos mejor si hubiéramos usado siempre las palabras para decir lo que pensamos y sólo lo que pensamos. Pero ah, qué canijo está. Pocos estamos preparados para decir lo que pensamos y menos estamos preparados para escuchar lo que los demás están piensan de nosotros… y esas sí son tarugadas, y te lo digo sin pensarlo.
Hoy no decimos, sino que damos a entender, por eso a cada rato preguntamos ¿me entiendes?, ¿me explico? y dar a entender es no decir lo que pensamos como lo pensamos sino decirlo de modo que el otro lo entienda de un modo que le convenga , sin que se ofenda, que haya un escape para que no se dé por aludido, y que lo dicho no nos comprometa… porque si decimos lo que pensamos nos podemos comprometer y podemos incomodar, que son dos cosas que casi siempre causa la verdad, aunque no en todos, porque hay gente, aunque poca, que sabe aceptar la verdad sin remilgos porque ya la conocía y la entendía desde antes que alguien se la dijera. Lo malo es que la mensa mayoría prefiere una mentira bien ataviada, más que una verdad desnuda por muy buen cuerpo que tenga. Pero las mentiras las aceptamos con cortesía, como halago.. “quiere quedar bien, quiere conseguir algo”, pero a la hora de la “verdad” nos interesa lo que en realidad los demás piensan de nosotros, o simplemente lo que en realidad los demás piensan, porque todos sabemos y entendemos muy bien que desde hace miles de años no se acostumbra decir lo que se piensa, sino que seguimos el consejo de “sabios”: pensar antes de hablar… para no decir la verdad, obviamente, pero no hay necesidad de mentir. Como dijo Nosekién “Para ser sincero no es necesario decir siempre lo que se piensa, todo lo que se requiere es nunca decir lo contrario de lo que se piensa”.
Pero como no sabemos ser sinceros, ahí tiene usted que se ha desarrollado mucho la industria del espionaje. Todo mundo espía a todo mundo, porque todo mundo sabe que lo que se dice abiertamente es para engañar, y son muchos los interesados en saber qué es lo que de verdad piensan los demás. Y como dijo aquel que dijo: “Entre los individuos como entre las naciones el arte de espiar va la par con en el arte de engañar”.
En el 2001, poco después del ataque de sep 11, se pasó una ley llamada Patriot Act, con la que se permitía al gobierno espiar a los ciudadanos sin más permisos. El pasado junio se hizo una pequeña reforma, pero ¿derogar esa ley? ¡ni esperanzas…! Es que somos como Dios, el espía Supremo que todo lo ve, y el espionaje viene desde que Caín espiaba los sacrificios de Abel. Pa’qué.. a ver, dime…
Hace un par de años se armó la gorda porque tenían intervenido el teléfono de Angela Merkel, la alemana; hace unos meses se acusó a Israel de estar espiando las juntas de negociaciones del programa nuclear de Irán… y el martes pasado salió a luz que Estados Unidos espiaba a los presidentes de Francia del 2006 al 2012…Por supuesto que cuando lo cachan a uno hay que negar y negar y renegar…. y aprender a vivir sabiendo que “un mundo nos vigila”. (Por sí o por no, de cuando en cuando hay que levantar el brazo y extender el dedo medio… para reportarnos)
¿Te das cuenta de todos los problemas que nos habríamos evitado si no hubiéramos madurado y hubiéramos permanecido inocentes como los niños que siempre dicen… No te creas, yo creo que ya hasta logramos cambiar la información genética y los niños nacen mentirosos, porque la verdad es que hay unos que… ¡Valiendo Mater!, ya valimos… Salud y saludos….
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