Esta es la romántica historia de Donovan Jackson y su novia, Leah Rodríguez.
Donovan, es un joven de 23 años de edad que trabaja en un camión de fletes y mudanzas, en uno de los tantos suburbios de Nueva York, y cuenta cómo la noche de los acontecimientos iba feliz, caminando por la calle hacia la casa de su novia, Leah.
Por algún tiempo su novia y él habían hablado de casarse y finalmente estaba decidido a hacerlo, tan decidido que llevaba consigo el anillo de compromiso que había comprado dias antes y que justo ahora pensaba regalarle y con el cual le pediría que fuera su esposa… Pero de pronto lo interceptaron dos ladrones.
“Uno de ellos me puso una pistola en el pecho mientras el otro me bolseaba, y además de la cartera, se llevó el anillo que era para mi novia”, declaró a las autoridades Donovan.
“Yo me defendí empujándolo hacia un lado -siguió diciendo-. Logré derribarlo y me eché a correr, pero me disparó y me alcanzó a dar en una pierna”.
Los ladrones huyeron a toda prisa del lugar, dejándolo tirado en el suelo, desangrándose, mientras los autos pasaban velozmente sin detenerse y sin nadie que lo ayudara.
ESTABA DE BUENAS, A PESAR DE TODO
“Afortunadamente, estaba a una cuadra de la casa de mi novia”, dijo. “No sé cómo, pero de alguna manera pude llegar hasta la puerta y pedí auxilio. Ella corrió a abrirme”.
Al día siguiente Donovan despertó en el Hospital Jamaica. Y desconsolado le explicó a Leah todos los detalles de lo que pasó y le dijo que iba a tardar mucho tiempo para volver a ahorrar ese dinero y le preguntó si ella estaba dispuesta a esperar, hasta que él pueda darle su anillo de compromiso, el cual sería el significado de su amor.
“Le dije: «Te amo y espero que estés conmigo toda la vida». Y ella le contestó llorando: “¡Sí!”.
“Ella me dijo que el anillo no era lo importante. Que lo importante era que yo estaba vivo. Que lo demás era lo de menos!
Pero cuando Larry Wilkes, un rico joyero de Manhathan, leyó aquel triste caso en un periódico, quedó tan conmovido, que decidió ayudar a la pareja y, sin decirles nada, mandó hacer en su taller un gran anillo de oro con un diamante de más de un quilate, y lo envió al hospital, para darle la sorpresa a la pareja y así pudieran realizar su sueño de casarse.
UNA PEQUEÑA ALEGRÍA
“Me conmovió que sus sueños no se pudieran hacer realidad”, dijo Wilkes, de las joyerías Claridge, en Manhattan. “Yo quería proporcionar alegría a sus corazones poniendo una pequeña joya en sus manos”.
Gracias a la generosidad de Wilkes, la novia ahora tiene el máximo símbolo del amor en su dedo, un anillo de diamantes, y la ceremonia se puede completar; una gran alegría para la pareja.
“Todavía se me salen las lágrimas de los ojos”, dijo Donovan. “Le puse el anillo en el dedo de Leah y le dije: «Ahora sí, el compromiso es oficial»”.
“Ella no podía decir palabra. Yo me estaba muriendo del dolor y de la decepción, pero el señor Wilkes me volvió a dar ánimo haciendo realidad mi sueño, el poder darle a mi amada su anillo de compromiso”.
Así, su ilusión se hizo realidad cuando un joyero con un corazón de oro, le regaló un anillo de brillantes con un valor de 22,000 dólares, un regalo que jamás podrá olvidar por el resto de sus días.
Y esta fue la historia de un joven que fue víctima de un brutal ataque por parte de una pandilla de ladrones que lo balaceó y le robó el anillo de compromiso, pero que a pesar de todo, se salió con la suya y le propuso matrimonio a su novia en la cama del hospital….
Y Créalo o No… Así Fue!!!
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