Salir avante de problemas no es sencillo, en especial si no se cuenta con ayuda. Por eso ésta sección espera ser una guía para quienes no encuentran salida. El caso de hoy es:
Querida Doctora Consejos:
Un amigo mío, que no trabaja, me llamó para pedirme que fuera padrino de vídeo para los 15 años de su hija. Este es un amigo con quien nos vemos de vez en cuando. No es amigo del alma ni nada que se le parezca. Tampoco es muy conocido, no. Sí califica de amigo, pero digamos que de mediana distancia. Le digo esto porque el paquete de vídeo y fotografía cuesta casi mil dólares. Primero me invitó una cerveza y ahí sacó una lista donde estaba mi nombre. En su lista me di cuenta que todos los gastos de la fiesta tienen nombre. O sea que él no va a pagar ni un centavo y que todos sus amigos vamos a financiar la fiesta de su hija la cual costará cerca de $20,000 dólares. Yo trabajo, y para mí mil dólares son una fortuna.
Yo no sé si otros de los padrinos tengan negocio o dinero de donde sacar su parte. Pienso que si no tiene trabajo, pues que no haga fiesta, pero se me hace incómodo que me ponga en esta posición. Si digo que no, me voy a ver tacaño. Si digo que sí, me va a costar mil dólares que no los gano tan fácilmente. Dígame usted qué piensa.
El “Padrino”
Querido Padrino:
Tengo entendido que cuando te invitan a ser padrino, la intención es hacerte un honor. Es algo cultural. Sin embargo, estoy de acuerdo que el honor no tiene que costar tan caro. Mil dólares son relativos. Si tú tuvieras en el banco uno o dos millones de dólares, de seguro que te desprenderías de mil o quizá dos mil, sin ningún empacho.
Pero si tu cuenta es una cuenta normal, como la de todos los que trabajamos mes a mes para cubrir nuestros gastos, entonces sí que representa un gran sacrificio. Ser padrino de la hija de un amigo es algo que no debe doler.
Mi consejo es que hables con tu amigo y le digas cuánto puedes aportar tú, que te sea cómodo (si es que quieres aportar algo) y si de plano no estás en condiciones de hacerlo o no quieres hacerlo, es mejor que hables con él y se lo digas de frente.
Decir “no” puede ser difícil, pero en muchas ocasiones es también muy sano. Te deseo buena suerte.
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