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(EFE).- La Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles aprobó este martes por unanimidad varias medidas de control de armas que pretenden frenar los tiroteos masivos como el que dejó 11 personas muertas el mes pasado en Monterey
El paquete de medidas prohíbe la venta de armas o municiones de calibre .50 o mayor y el porte de armas de fuego en las propiedades del condado, que incluye playas, parques y edificios, incluso si la persona tiene un permiso de portación oculta. Los agentes de la ley son los únicos exentos.
“Sabemos que la culpa de la epidemia de violencia armada radica en que los líderes del Congreso no aprobaron ni siquiera las leyes federales de armas más básicas”, dijo la presidenta de la Junta, Janice Hahn, en un comunicado divulgado después de la votación.
“Debido a que no han actuado, hemos encontrado acciones que podemos tomar a nivel del condado para proteger vidas”, agregó Hahn, que es coautora de las medidas junto a la supervisora Hilda Solís.
El distrito de Solís incluye la ciudad de Monterey Park, donde el pasado 21 de enero un hombre irrumpió en un salón de baile y disparó contra los presentes. Once personas murieron y 10 quedaron heridas.
El tirador, identificado como Huu Can Tran, de 72 años, usó un rifle MAC-10 de 9 milímetros. El hombre, que se suicidó tras verse acorralado por las autoridades, había adaptado al arma un silenciador de fabricación casera.
La Junta también considera la redacción de una ordenanza que exigiría que todas las armas de fuego de propiedad privada se mantengan bajo llave, y un seguro de responsabilidad civil para los propietarios de armas.
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