Conectar al 100 por 100 con una persona no siempre es fácil (ni siquiera posible), incluso cuando la conocemos desde mucho tiempo atrás o cuando convivimos con ella, porque entran en juego muchas de nuestras inhabilidades a la hora de comunicarnos, de regular y expresar nuestras emociones.
No obstante, hay tres cuestiones que los expertos señalan como más peliagudas y nocivas, y si no aprendemos a lidiar con ellas, pueden suponer el fin del romance. Charlamos con Elena Requena, sexóloga y asesora de parejas de cabecera, para saber si está de acuerdo. Además, nos da una pequeña guía para que empecemos a poner remedio si localizamos estos errores.
1.PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN
EN QUÉ CONSISTEN
Una de las dificultades que más vemos en consulta son los problemas de entendimiento entre los miembros de la pareja. Muchas veces, este tipo de malos entendidos actúan como una bola de nieve. Me explico: generalmente alguno de los dos se siente molesto por alguna cosa sin importancia y no dice nada, no se lo hace saber al otro. Más tarde se da una situación parecida y el enfado o el descontento va aumentando de manera exponencial, generando un clima muy complicado en la relación.
CÓMO ABORDARLOS
Las parejas que desarrollan buenos códigos de comunicación, que ejercitan decir las cosas, lo que molesta, lo que gusta o disgusta, exponen sus necesidades, son más sólidas y pueden lidiar con problemas más complejos juntos. Partimos de la base que en una pareja surgen conflictos. Eso es innegable. La convivencia es complicada, cada uno tiene sus manías, sus formas de hacer las cosas, etc. Lo importante es conocerse, mirar con ternura e intentar ser empático con nuestra pareja. Si esto es bidireccional, todo será más amable.
2. PROBLEMAS DE SEXO E INTIMIDAD
EN QUÉ CONSISTEN
Este terreno suele ser uno de los que más angustia o desencuentro generan en la pareja. Solemos pensar que la otra persona debe conocer de antemano qué queremos, en qué momento estamos, qué deseamos, etc. Esto es difícil si no existe un buen conocimiento previo mutuo. Diferencias en el deseo, sensación de rutina, cambios corporales en uno o ambos miembros de la pareja, tener hijos, y un sinfín de pequeñas influencias hacen que este ámbito sea uno de los más proclives a generar conflictos.
CÓMO ABORDARLOS
Hablar de este tipo de problema señala muy a menudo, si no siempre, nuestra propia vulnerabilidad, y eso puede resultar muy duro para algún tipo de personas. Pero si no nos exponemos en este escenario, ¿dónde lo vamos a hacer? Este debe ser un lugar seguro en el que sentirnos libres y protegidos.
3. PROBLEMAS FINANCIEROS
EN QUÉ CONSISTEN
Los problemas financieros están presentes tanto en el individuo como en la pareja. En culturas en las que la presión económica es muy importante, donde la sociedad nos dice qué debemos hacer o desear, o cómo debe ser nuestra vida en términos materiales (y también inmateriales), es inevitable que surjan desencuentros al respecto. Desde que comenzamos una relación de una forma más comprometida, o más seria con alguien, es interesante que vayamos sentando las bases de cómo vamos a distribuir el dinero, si vamos a hacer o no una cuenta común, por ejemplo. A la hora de tener hijos, cómo se van a distribuir los gastos.
CÓMO ABORDARLOS
Es cierto que tener una buena posición económica favorece o hace que no haya determinados problemas. Pero desde luego no es la panacea para que no se den problemas en la pareja. Vemos relaciones con una posición económica muy buena con conflictos insalvables, y otras con una vida más modesta que solventan las dificultades más unidos y con más cariño que otras. Por lo tanto, el dinero ayuda, es innegable, pero no soluciona nuestros desencuentros si ya partimos de una situación complicada previa.
Victor M. González
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