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Oh noo, mi hijo tiene piojos!

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¿Qué debe hacer si estos incómodos bichitos atacan la cabeza de su hijo?

 Los piojos, son sinónimo de suciedad y poca higiene, por lo que es muy raro ver este tipo de plaga en los niños en este país, sin embargo eso no significa que no llegue a suceder, sobre todo por contagio en las escuelas, así que hay que estar preparado, por si llegase a suceder.

 He aquí algunos datos de referencia y unos cuantos consejos para los padres sobre qué deben hacer o cómo actuar si estos incómodos bichitos atacan la cabeza de su hijo:

¿Qué son los piojos?
 Son “bichitos” incómodos de color grisáceo que miden aproximadamente unos 2 milímetros de longitud. Se alimentan de la sangre que chupan de la piel de los humanos. Se reproducen rápido y en grandes cantidades. La hembra pone entre 100 y 300 huevos conocidos como liendres y que se pegan a la raíz del cabello. En una semana o más de puesto el huevo nacen los piojillos.

 El primer signo de que los chicos están infestados es que se quejen de picazón en la cabeza. Si notas que se rascan con demasiada frecuencia, revísalos cuidadosamente en un lugar bien alumbrado, sobre todo detrás de las orejas, en el nacimiento del cabello y en la nuca.

 Otro método para encontrarlos es peinar el cabello con un cepillo o un peine de dientes apretados (conocido comúnmente como sacapiojos) sobre un paño blanco. Notarás enseguida al insecto, e incluso los huevos, que caerán al paño y se verán como puntitos de caspa.

 Si es el caso y encuentras liendres o piojos en la cabeza de tus hijos, no te avergüences ni los regañes. Ellos no han hecho nada malo, sólo han estado expuestos a un padecimiento infeccioso conocido como pediculosis o infección por piojos. Este padecimiento se transmite por contacto directo entre personas infectadas, como el uso común de peines, gorras y adornos para el cabello o el simple hecho de estar cerca, cabeza con cabeza.

 Lo importante es saber cómo prevenirlos o cómo tratarlos cuando ya se ha producido el contagio.


¿Cómo mantenerlos a raya?

– Revisa la cabeza de tus hijos con regularidad, aún cuando no presenten síntomas de pediculosis.
– Lávales el cabello con frecuencia: cada dos o tres días y haz que se peinen diariamente.
– Mantén limpios los peines, cepillos y enséñales que son útiles personales, que no deben compartirse con sus amigos o compañeritos de clase.
– Peina a las niñas con el cabello recogido, en trenzas o moños, cuando van a la escuela.
– No abuses de los productos insecticidas, como los champús anti piojos, porque su uso indiscriminado puede crear resistencias.
– Si los niños están infestados, alerta a las autoridades escolares para prevenir el contagio a otros niños.
– Desinfecta la ropa de los chicos y las sábanas con agua caliente, limpia las alfombras con insecticida y lava bien los peines y cepillos.


Tratamiento:

– Consulta al farmacéutico sobre una loción antiparasitaria y la frecuencia con que debes aplicarla.
– Moja el cabello seco con la loción, y aplícala con cuidado detrás de las orejas y en la nuca.
– Deja que el producto trabaje el tiempo indicado por el farmacéutico o por las instrucciones en la etiqueta y luego lava el cabello con champú.
– Un remedio casero efectivo es enjuagar el cabello ya limpio con una solución de una parte de vinagre blanco en dos de agua.
– Finalmente retira las liendres o huevecillos del cabello. Puedes hacerlo a la manera tradicional de nuestras abuelas, es decir, con las uñas de las manos, apretándolas pulgar contra pulgar.  

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