Pablo Lyle sigue cumpliendo su condena, luego de que en diciembre de 2022 fue sentenciado a pasar 5 años en prisión, sumado a un periodo de 8 años en libertad condicional por el homicidio involuntario del cubano Juan Ricardo Hernández, hombre de 63 años al que golpeó tras un altercado de tránsito en Miami en 2019.
A poco más de un año de permanecer en la cárcel, una fuente cercana a la familia de Pablo reveló a una publicación mexicana que el artista de 37 años está muy triste por la falta de comunicación y convivencia con sus hijos, Arantza y Mauro, debido a que Ana Araujo, su exesposa, no ha podido viajar con los pequeños a Miami tanto como él quisiera.
“Está entrando en crisis. Me dicen su hermano y sus papás que cuando hablan con él no para de llorar. Extraña mucho estar con ellos y lo que más le preocupa es saber de sus hijos”, detalló la persona cercana a la familia Lyle.
En este sentido, la revista indicó que el informante señaló que, en este verano, los menores podrían visitar a su papá. Mientras tanto, la defensa legal de Pablo sigue trabajando para que se le otorgue la libertad condicional y pueda pasar lo que resta de su condena en mejores condiciones.
De la misma manera, la fuente explicó que por ahora el galán de telenovelas trata de mantener la mente ocupada en actividades en la cárcel, pero le es imposible concentrarse.
“Hace deporte y está en talleres. Pero le gana el sentimentalismo. Su mamá está muy preocupada porque siente que su hijo está cayendo en una depresión fuerte. No sabe cómo ayudarlo. Su hermano Jorge es quien está más al pendiente y el que viaja a verlo más seguido. También él compartió que le preocupa la salud mental de su hermano, porque no lo ve nada bien”, comentó.
Fue en marzo del 2019 cuando Pablo se vio involucrado en un altercado de tránsito mientras su cuñado lo trasladaba tanto a él, como a su exesposa e hijos al aeropuerto de Miami, momento en que el actor decidió bajar de la camioneta en la que viajaba junto con su cuñado y se enfrentó a Hernández.
A pesar de que el histrión logró llegar al aeropuerto y tomar su vuelo a México, tras difundirse las imágenes que captaron las cámaras de seguridad que se encontraban en una gasolinera cercana al incidente, Lyle tuvo que regresar a Estados Unidos para enfrentar a la justicia.
A partir de ese instante, Lyle pasó 3 años en arresto domiciliario, debido a que su juicio se pospuso en diversas ocasiones por varias circunstancias, entre ellas la pandemia de COVID-19, por lo que hasta octubre de 2022 fue declarado culpable del delito de homicidio involuntario y en diciembre del mismo año recibió su sentencia.
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