Sentimos cansancio cuando hemos realizado actividades físicas o mentales durante mucho tiempo. También lo sentimos después de comer, sobre todo cuando nos damos un atracón de comida pesada. Igual se nos presenta cuando no dormimos o descansamos bien. ¿Qué tal si le dijera que todo eso se puede arreglar cuidando los alimentos?
Salvo cuando el cansancio es causado por una enfermedad, que significa que nuestro cuerpo está trabajando duro para reponernos, no tenemos por qué sentir fatiga crónica. Si la tenemos, es momento de cuestionar nuestros hábitos, pues allí hallaremos el origen de nuestro problema. El mal hábito más común que tiene que ver con la fatiga está en nuestros alimentos.
Hay dos maneras en que nuestra forma de comer influye en un nivel de energía bajo. Por un lado, se trata de un proceso de digestión largo y demandante como resultado de la ingesta de alimentos cárnicos, que son más difíciles de digerir. Cuando las calorías se procesan demasiado rápido, sobreviene más tarde un bajón energético.
Otro aspecto que a menudo pasamos por alto es la hora de la comida. Especialmente comer fuerte de noche lleva a que nos cueste conciliar el sueño. Por lo mismo, nos será difícil levantarnos temprano al día siguiente.
Si usted quiere tener su energía al cien por ciento, le recomendamos que cuide mucho su dieta, tanto la calidad de los alimentos como las horas en que los consume. He aquí un plan que nos llevaría a elevar nuestra energía si tratamos de seguirlo lo mejor posible.
Lo mejor que podemos hacer es levantarnos cuando la mañana aún está fresca. Veinte minutos de ejercicio le servirán para estimular la mente, gastar las calorías y entonar el cuerpo. Luego es bueno desayunar correctamente, ya que es la comida más importante del día. Hay que incluir:
Carbohidratos sanos. Son importantes para mantener los niveles de glucosa. Pero no todos son iguales. Evite las azúcares y las harinas blancas. Son preferibles la avena, el pan de centeno y los cereales integrales. La diferencia es que sus calorías no se queman de golpe, causando después el bajón, sino que se procesan más lentamente y no producen abstinencia.
Frutas. La fructosa también nos ayudará a producir glucosa sana que se consuma lentamente. Además, la fibra le aportará beneficios extra como una sana digestión. Un licuado puede mezclar varias frutas y verduras y así nutrirnos mejor.
Proteína baja en grasa. Hablamos de sustituir el tocino y las salchichas por proteínas más sanas. El huevo es bueno, pero no hay que abusar, por su contenido medio de colesterol. Otras fuentes buenas de proteína son las leguminosas: frijoles, habas, garbanzos y lentejas. El pescado y el pollo también son buenos.
Si no quiere evitar el café mañanero, no lo haga. También aporta lo suyo, aunque el golpe que nos despierta tiene también su bajón posterior. Una alternativa más sana son los tés verdes, que igualmente tienen cafeína pero no presentan bajón.
Durante el resto del día, para los tentempié, será bueno evitar los panes y cambiarlos por alimentos que vale la pena consumir para mantener la energía a tope: apio, berro, dátiles, nueces, piñones.
Antes de poner en práctica éste o cualquier otro remedio casero, consulte a su médico. Envíe sus preguntas y comentarios a: 16746 Lakeshore Dr, Unit J-K, Lake Elsinore, CA 92530. Por email: consulta@doctoraconsejos.com y por fax al (714) 274-7199. Consulta el Diccionario de Hierbas y de Remedios en www.DoctoraConsejos.com.
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